Rolls-Royce 28, super Sonic Car, Bugatti SS, Mercury
Rolls-Royce 28, super Sonic Car, Bugatti SS, Mercury
¿Ud. piensa que hace demasiado que tiene el mismo auto?
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El Sr. Allen Swift, recibió este Rolls-Royce Picadilly P1 Roadster 1928 de su padre, como regalo, cuando se graduó, ese mismo año. Y el agradecido joven se mantuvo a su volante, conduciéndolo, hasta su muerte, en 2005, a la edad de… ¡102 años!
Se convirtió, así en el propietario por más tiempo de un auto desde 0 km.
El Sr. Allen donó USD1.000.000 al Museo de Springfield para que adquiriera una propiedad lindera, para albergar un nuevo museo de historia y también lego su Rolls Royce, fabricado en Springfield, para que fuera la base de la colección de transporte del nuevo Museo. El Rolls tenía en su odómetro 272.000 km y funcionaba, todavía como un reloj suizo, silencioso a cualquier velocidad y con su pintura y tapizados en perfecta condición a pesar de sus 82 años de uso.
Información recibida de Bill Bartlett
Para superar la velocidad del sonido
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Durante el último Festival Aéreo de Farnborough en Inglaterra se presento un modelo a escala del Bloodhound SSC (Super Sonic Car). Si se logran reunir los ₤10.000.000 de Libras Esterlinas necesarias, podría finalizarse su construcción hacia finales de 2011 o principios de 2012.
Sus constructores intentan alcanzar la 1000 millas por hora (1609 kph), casi una vez y media la velocidad del sonido. De lograrse sería esta la mayor velocidad conseguida jamás por un prototipo terrestre. ¿Qué pensaría el francés Louis Rigolly, que en Ostende en 1904 logró superar por primera vez las 100 millas por hora en un Gobron-Brillié?
El motor proviene de un avión caza Eurofighter Typhoon y se espera que alcance su máxima velocidad en 40 segundos, para lo que necesitara unos 20 km de pista en el lago seco de Hakskeen Pan, Sudáfrica. Este sitio fue utilizado por Malcolm Campbell en 1929 para varios intentos de superar el récord mundial de velocidad que no logró.
Los muchachos saben lo que hacen. En 1997 con el Trust BCC marcaron el récord supersónico con 1.228 kph.
Record mundial de velocidad sobre
la superficie terráquea a 431 kph.
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La Bugatti Veyron en la que Ud. anduvo a 407 kph en La Luneta anterior tenía "solo" 1001 HP. Esa de 16 cilindros y 4 turbos, ¿la recuerda?
Bien, a los muchachos les pareció insuficiente. La "Super Sport", una evolución de la anterior, calza ahora 1200 HP. Para darle una probadita hicieron un ida y vuelta, marcando 428 y 434 respectivamente. Ergo: 431 kph de promedio, récord de velocidad para un automóvil de producción. Su desempeño sorprendió hasta al mismo Bugatti Team.
Dicen que se oye mucho: como las turbinas de un Jumbo. Dicen que se ve poco: Nada - una silueta chiquita viniendo desde el horizonte - un movimiento súbito y violento de nuestras cabezas - el jopo despeinado - una silueta que se pierde sobre el horizonte opuesto - nada.
La maquinita programó su presentación oficial para Pebble Beach de Agosto 2010. De producción/precio no se habló pues, a este nivel, no tiene la menor importancia. Es más, si su cuenta bancaria es lo suficientemente obesa y tiene suerte de ser invitado por el Veyron Team, puede ser uno de los 5 afortunados propietarios de Veyron que cada año, en vez de ir a una montaña rusa, se dan el gusto de conducir "top speed" su auto.
Si decide comprar una Super Sport, NO SE DEJE SORPRENDER, debemos advertirle que su velocidad final será reducida a sólo 415 kph. Para cuidar neumáticos, claro.
Fuente y Fotos: Bugatti
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Desaparecerá otra marca tradicional
MERCURIO emigrará para siempre al Olimpo de los autos
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Hace 107 años Henry Ford y algunos socios fundaba la Ford Motor Company en Detroit con un capital inicial de 28.000 dólares.
Nadie preveía que ese apellido se transformaría en un sinónimo del automóvil y que siete años más tarde produciría una revolución en los sistemas de fabricación de la industria.
Ford ya estaba en carrera y tuvo durante muchos años el honor de ser el mayor productor de autos del mundo, fabricando autos populares Ford y los lujosos Lincoln.
Los tiempos fueron cambiando y Edsel, su hijo, pensó en crear una submarca que sea más lujosa que el Ford De Luxe. Así creó la División MERCURY, el eslabón de mediano precio que, en principio, utilizaba la plataforma del Ford. Sus modelos contaban con más elementos de lujo y unos 10 HP más de potencia, lo que lo hizo el preferido de los estudiantes hotrodistas del momento, quienes con tapas de aluminio y arañas de tres carburadores se adueñaron del segmento "King of the road", divertido y veloz. Ese reinado duró hasta la aparición de los V8 de GM, Studebaker y Chrysler más modernos y poderosos. Y si bien perdió actualidad, el viejo flat head nunca abandonó su lugar de privilegio en el pecho de aquellos "jóvenes de espíritu" con quienes había cometido un sinfín de divertidas fechorías.
Fue en 1938 que comenzó la fabricación en serie del Mercury hasta 1942, cuando Ford suspendió la producción de automóviles para dedicarse exclusivamente al suministro bélico. En 1945 recomienza la producción de automóviles y unos años más tarde, en el 49, Mercury dejó de ser un Ford de lujo y se convierte en un Lincoln económico y la división pasó a llamarse LINCOLN-MERCURY DIVISION con un crecimiento constante. En 1952 los diseños de Lincoln y Mercury se diferenciaran totalmente y para 1958, la División incorporó la submarca EDSEL la que, lamentablemente, dejó de fabricarse en 1960, debido al rechazo del público, asestando un duro golpe al orgullo de la Ford.
Mercury pasó por momentos difíciles debido a la durísima competencia. Ford decidió concentrar su esfuerzo en las marcas Ford y Lincoln dedicándole menos atención a los diseños de los Mercury, lo que provoca el deterioro de su imagen y la baja de ventas. Como tantas otras submarcas, indolentemente sus creadores fueron olvidándolas, restándoles personalidad y decretando su agonía y muerte.
Hoy los Ford representan el 16% del mercado Americano y Mercury solo el 1%, por lo que después de 72 años, el directorio de la Compañía decidió cesar por completo la fabricación del Mercury a partir del 31 de diciembre del 2010, para dedicarse de lleno a Lincoln, su marca más lujosa.
Así termina la vida de otra marca importante en la industria automotriz, como tantas otras que se han ido. Es difícil aceptar que ya no oiremos su nombre, como el de un viejo amigo que partió. Mercurio, el mensajero de los dioses llevará al Olimpo un último mensaje casi maradoniano: "Me cortaron las… cubiertas"
De todos modos, quedara en la historia del automovilismo mundial y en nuestro recuerdo pues, ¿Quien olvidará la regordeta y ambicionada línea de una cupé Mercury 47? Nosotros no.
Arturo Neuberger
N de la R:
Esta es la imagen de la lápida como apareció en el HOT RODDERS BULLETIN BILL BOARD, USA. Felicitaciones al inspirado creativo.