100 años de Alfa Romeo
100 años de Alfa Romeo
Y el destino nos llevó allí…
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Atardecía en los Alpes suizos. Estábamos cansados después una noche sin dormir volando de New York a Zurich, cuando por la autopista nos pasó una Alfa Romeo Spider, roja, inmaculada ella, con su capota puesta, ya que había estado lloviendo a la salida del túnel de San Gotardo (maravilla de ingeniería si las hay, ya que cruza los Alpes, con una longitud de 17 Km, pero ¡¡por debajo de las montañas!!) Medio dormido y medio cansado, ese "sorpasso" me sirvió de despertador.
A los pocos kilómetros de llevarla adelante, sin que se distanciara mucho, vimos que entraba a una estación de servicio. Nosotros tras ella, obviamente. Del Alfa descendieron un señor bajito y una mujer, que resultarían ser Renzo y Saida, le bajaron la capota y cambiaron sus abrigos por sendas camperas rojas con escudos y tipografía de la marca centenaria: ALFA ROMEO. Dejé de lado, entonces, toda vergüenza o timidez, y me acerqué a la pareja preguntándoles si iban a algún lugar o encuentro en especial.
Renzo, italiano, en un inglés como solo los "tanos" hablan, nos comentó que iban a un pueblo cercano a pasar la noche, donde se concentrarían con otros alfistas para, al día siguiente, 29 de Mayo, reunirse en Lugano por los 100 años de la marca. Comentario va, comentario viene, entendemos con Mariana, que el pueblo se llama Chiuzzo o algo así. Nos despedimos y ellos partieron en su inmaculada machina. Nosotros entramos a la cafetería buscando agua, para nuestro vital brebaje: ¡¡mate!! sin que los suizos entendieran mucho por qué cargábamos un termo sólo con agua caliente. Emprendimos nuevamente el viaje y al poco rato vimos un cartel del famoso pueblito: Chiuzzo. Mariana, ya un poco mas despierta, me dijo -"Dormir acá o dormir mas allá es lo mismo, y si encima, están los Alfas"….
Vuelta para acá, vuelta para allá y los Alfas no aparecían. Es más no aparecía nada, era como un pueblo fantasma… así que vuelta al camino y rumbo a Lugano…donde llegamos a plena noche sin tener lugar donde dormir. Luego de maldecir un rato a Garminia (la gallega que te habla en el GPS) encontramos un hotel con estacionamiento y ¡¡a dormir que se acababa el mundo!!
Luego nos enteraríamos que el pueblo se llamaba Chiesso y andaba por allí cerca.
A la mañana siguiente salimos rumbo a Lago di Como. Al fin ESTABAMOS DE VACACIONES.
No hicimos más de 500 m cuando nos entraron a pasar Alfas como para hacer dulce. ¡Habíamos dormido a escasos 1.000 m del Ayuntamiento de Lugano donde era la concentración por el Centenario! Regresamos el auto al estacionamiento y marchamos ansiosos a ver esas maravillas.
Alfas había muchos, algunos de los cuales no tenía yo ni la más pálida idea que existían, más allá de los Giulia, Giuletta, Spider, 1750 cc, 2300 cc, Sprint, SZ, Montreale. Por si fuera poco, había dos 8C Competizione, en Coupé y Spider, y como la frutilla del postre una Giulia TZ como recién salida de fábrica. Tiramos fotos a mansalva sobre un acontecimiento que se ve sólo una vez en la vida y sorpresa… ¿quienes vienen caminando? Renzo y Saida, a los que saludamos como lo que ya son, amigos… Y lectores de La Luneta también, pues ya les envié por correo la edición donde está la recreación de la Disco Volante.
De nuevo risas y anécdotas, siempre hablando de lugares y personas, de fierros y de camaradería.
Para no hacer muy largo el relato, partimos de allí luego de conocer a gente maravillosa y Alfas formidables, alegrándonos de que CAdeAA haya formado parte, de alguna manera, de los Festejos del Centenario ALFA ROMERO en Lugano y sintiéndonos especialmente agradecidos a Renzo y Saida, por la clase de seres humanos que son.
El viaje recién comenzaba y había mucho para ver y disfrutar.
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Por: Ariel y Mariana Giacone