Nos fuimos a Tandil. Su comunidad lo designó "Lugar soñado" y es verdad. Su pueblo, expandido fuertemente en los últimos años, señala la pujanza de su industria metalmecánica, agro, ganadería y lechería. No le van a la zaga el turismo y la manufactura de deliciosos quesos y embutidos.

Tandil fue una delicia para la vista y el paladar. El viernes, los que arribaron suficientemente temprano, aprovecharon la visita al Museo Histórico Fuerte Independencia, un viaje al mundo de nuestros abuelos, con muchos carruajes y hasta un avión. Algunos, probaron con una muestra de ferromodelismo.

El sábado, la caravana visitó el Palacio Municipal en correspondencia a la cálida bienvenida y apoyo brindado por sus autoridades. Luego, una recorrida por la R 226 y la R74 nos develó el paisaje serrano pleno de hotelería, artesanos y restaurants típicos. En uno de ellos, pulpería campera, la picada tradicional tandilense abrió las bocas y entonó el apetito, satisfecho más tarde por un poblado asador exultante de incitantes costillares.

Más tarde visitamos el castillo morisco del Parque Independencia, con una excelente vista aérea de la Ciudad y el paredón del Dique, desde donde quedamos en libertad para encarar otras visitas. Algunos visitamos el famoso Calvario, obra arquitectónica del Arq. Bustillo de 1943, otros optaron por la Movediza (aunque los 263 escalones necesarios desalentaron a más de uno) o el cerro El Centinela.

La cena del sábado, bien provista, contó con la visita del Sr. Intendente y otras autoridades de Turismo y Concejo Deliberante. Un cantor imitador fue más tarde opacado por la presencia de un paramédico y su enfermera equipado con changuito a modo de ambulancia (Walberto Borches y Sra.); un Sacerdote y una Monja por si los paramédicos fallaban (Gabriel Svampa y Sra.) y una pareja de árabe y odalisca provenientes del castillo morisco tandilense (Juan y Mayda Motiluk). Caracteres que provocaron la risa y adhesión de todos, conformando una noche excelente. E inolvidable también, pues nuestro boxeador Sergio "Maravilla" Martínez logró arrebatarle en Las Vegas, el título Mediano del Mundo al pibe Julio Chávez, hijo del legendario Julio César Chávez, campeonísimo mexicano. El baile cerró la noche y la celebración de este 34 Aniversario de nuestro querido Club.

El sol, aunque algo reticente, nos acompañó en el feliz regreso a casa, agradecidos a los miembros de la Comisión Directiva y ayudantes, que nos brindaron tan exitoso y disfrutable evento. A ellos nuestro reconocimiento.

Fotos: Rafa Vallejos