Noche a puro Ford
Les presento a...
Noche a puro Ford
He aquí dos historias de amor eterno:
• Fernando Rodríguez y su Ford 1937 Convertible Cola Larga y
• Esteban Bongiovani y su Ford F100 1963
Ford 1937 Convertible Cola Larga de Fernando Rodríguez
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En el marco de la Fiesta del Post Vintage, evento programado en domingo por el Club, Fernando Rodríguez presentó en Sociedad su nueva adquisición. Y contó:
"Desde que ingresé al Club sentía que tenía un tema pendiente: tener un V8 convertible. Pero no encontraba el auto que me movilizara. Un viernes, Julio Armada me comentó que había una cupé convertible en venta, en buenas condiciones. Cuando lo bombardeé a preguntas contestó muy tranquilamente "Qué se yo…" con lo que no calmó mi ansiedad para nada. Con Emilio Bartoletti fuimos a almorzar a zona norte, pues la cupé estaba en Los Nogales. Al llegar a la casa, tratábamos de espiar por el portón, sin éxito. Vino la gente, pasamos y pudimos divisar en el fondo, enfundada, la silueta de la 37. ERA COLA LARGA, no la Club... Fue amor a primera vista. Le hice una oferta razonable y la aceptaron.
Me la regalé para mi cumpleaños. Fue una gran emoción.
Más tarde, con mi neurosis descompensada, volví locos a Manolo Casal y a Emilio, a Pugliesi que acomodó la capota y a quienes agradezco mucho la paciencia y amistad. También a Pancho Scarlato quien me vendió algunas cosas y otras me regaló. Robbie Marenzi me ayudó mucho también. En cuanto al escape, es una historia aparte. Yo sabía bien qué sonido debía emitir el V8. En el primer intento no me gustó. Faltaba algo. Sabía que no quería un pajarito en la cola del escape, sino que sonara llenito. En el segundo intento, cambiando los múltiples y modificando algunas cosas, quedó sonando como yo quería. Ni más bajo, ni más agudo. Como yo quería. Felicidad completa"
Dejó el micrófono Fernando y a todos nos quedó la sensación de un romance metálico intenso y duradero. Lo veíamos feliz y esa felicidad justificaba la existencia de nuestro Club.
Ford F100, 1963 de E. Bongiovani
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Luego de obtener el Primer Premio en Autoclásica, en la categoría Comerciales, fue presentada por su dueño de esta forma: "La ví un día cualquiera yendo al trabajo. Estaba aquí, en Lomas. No le di importancia. Más tarde pasando unos días en Mar del Plata, la ví en ARCAR y la compré compulsivamente, por teléfono. Cuando me di cuenta lo que había hecho, volví a llamar y traté de deshacer la operación condicionándola a una inspección. Me sacaron corriendo y la operación quedó firme. La fuimos a ver con Bartoletti, la llevamos a su taller y le pedí a Emilio que le hiciera solamente frenos. Algunos Socios de CAdeAA me sugerían que la pinte y otros que la dejara como estaba.
Fui a ver a Emilio cuando terminaba de armar frenos y elásticos. Le dije… Mirá, no te enojes, pero desarmá todo. La vamos a hacer completa…- Sus ojos, muy abiertos, mostraban odio, incredulidad, asombro, todo junto. Acepté allí mi sobrenombre "Filo de sartén". Era justo.
Después de 8 meses quedó lista. Fue un trabajo conjunto, simultáneo, en equipo; que integraban Emilio, Pugliesi, pintores, mecánicos, electricistas… Corríamos contra reloj, pues me había propuesto presentarla en Autoclásica.
Una chata no es un auto. Los profesionales no quieren tomarla porque es grande, más complicada. No se pueden llevar sus piezas en un auto común. Gerardo, mi hermano, puso su vehículo a mi disposición y me hizo lugar en su galpón. Le estaré eternamente agradecido.
A último momento, tuvimos problemas con el motor, no subía aceite. Faltaban dos días para Autoclásica. Se desarmó tres veces. Pero al fin llegamos. El año anterior estaba muy ilusionado con el escarabajo VW, pero no recibió premio. Esta vez, con la Ford, no esperaba recibir algo. Sin embargo, pegó un primer premio.
Agradezco a mis amigos, al equipo que trabajó y a mi familia.
Este premio, con humildad y de todo corazón lo comparto con ellos, con la CD de CAdeAA que me invitó y con sus Socios, que me han instruido, alentado, ayudado y convencido para realizar esta tarea"