La empresa familiar, fundada en 1909, tiene hoy 102 años. Pero lo que nos ocupa es uno de sus modelos, el 4/4, que cumple 75 añitos y sigue tan fresco. Es extraordinario. "Si funciona no lo cambies". ¡Y tan británico!

El cuento es así: La familia Morgan tenía un hijo, HFS Morgan, que luego de trabajar en máquinas a vapor, abrió un taller en Herefordshire. Allí, mientras los vecinos creaban una maravillosa raza vacuna, él se dio cuenta de la necesidad del mercado y fabricó un exitoso triciclo, dotándolo de un motor V Twin de moto, frontal, al descubierto. Eficiente y como el oso (cuanto más feo más hermoso) el Three Wheeler tuvo un éxito rotundo y Morgan se cansó de venderlo. La gente no lo compraba por cómodo, sino porque era imbatible. Rápido en la pista y poderoso en la trepada. Divertidísimo. Sólo detuvo su éxito una Guerra Mundial.

Pero la evolución lógica hizo necesario diseñar un auto. Tan asociada estaba la marca Morgan a un triciclo bicilíndrico, que para diferenciar el nuevo vehículo lo denominaron 4-4 (después 4/4). Es decir, 4 ruedas y 4 cilindros. Eso fue en 1936. HFS condujo la empresa hasta 1959. Su hijo, Peter Morgan, la dirigió hasta 2003. De allí en más siguió su nieto, Charles Morgan.

Morgan Motor Company ahora está situada en Malvern Link in Worcestershire, un lugar de colinas y rutas vecinales llenas de curvas, ideal para probar sus abiertos y deportivos autos. Son antiguos y hermosos edificios (ladrillo colorado, a dos aguas, de perfectas proporciones inglesas) sobre una colina. Fabrican hoy unos 700 autos al año y exportan 65%-70% de la producción a más de 30 países. Allí, a la experiencia de sus artesanos, se fueron sumando tecnologías de avanzada, tales como la sección de moldeado de aluminio (calientan el aluminio a 450°C, le inyectan una burbuja de aire a presión y moldean los largos guardabarros a la perfección) ya que, además de los 4/4, Morgan produce hoy un par de modelos de más avanzado y moderno diseño: AeroMax y Aero 8. La modernización implementa técnicas de optimización de recursos, programas de entrenamiento y mayor aprovechamiento de las características de la fábrica. Ahora se usa el desnivel de la colina para mover los autos. De la sección chasis el auto va bajando por la pendiente hasta el final del proceso. Ya no más empujarlos hacia arriba y hacia abajo. Las costillas de fresno también reciben un moldeado por vacío. Dicen que el laminado es tan resistente que podría pasar un tanque sobre la estructura. Notable.

Una reflexión: parece ser que a partir del cambio de mando (Peter sale y muere. Charles entra) la cuestión se ha modernizado. No sé si el difunto Peter Morgan estaría tan de acuerdo con el inevitable progreso, a pesar de los esfuerzos por mantener la mística. Hay un video sobre la historia y los procesos constructivos de Morgan en www.laluneta.com.ar ¡NO SE LO PIERDA! Allí se ve cómo se trabajó durante más de 60 años. No lo podrá creer.

Pero volvamos a la estrella de la nota, el 4/4. Cuando empezaron a tallar el Morris 8 y el Austin 7, Morgan tuvo que aggiornarse para no perder mercado, creando, entonces el 4-4. Como sería su característica constante, la relación peso potencia daba un vehículo ágil, a pesar de su motorcito Coventry Climax.

Reaccionando ante otros ataques del mercado, adoptó el motor Vanguard, un poco más potente y ágil. Al diseño original, de radiador plano, le siguió, en 1954, el de radiador curvo, un poco más estilizado y con ópticas ahora empotradas. La máscara del radiador siempre soldada varilla por varilla por orgulloso artesano. Piénsese que cada operario requería 5 años de entrenamiento específico, además de sus habilidades personales.

Una Serie 2 se motoriza con un pequeño Ford de 1200 cm. Económico. Cuando aparecen deportivos rivales en el horizonte, Morgan responde con el 4 Plus Supersports cargado con un rendidor Triumph que alcanzaba los 200 kph. Solo se fabricaron 101 unidades.

La Cía. Morgan se salva de la bancarrota exportando (cuándo no…) a USA. Allí sobrevive al embate de los nuevos desarrollos norteamericanos: Mustang, Corvette. En Alemania al auge del Porsche. ¿Por qué? Porque Morgan es una filosofía, una forma de vivir y de viajar, tiene mística. Hay un carácter y una actitud Morgan y los devotos le son leales hasta las últimas consecuencias.

Como dice un ejecutivo de la firma: es incómodo, ruidoso, difícil de manejar, hay garantía que los repuestos nunca, nunca, van a encajar (no hay dos Morgan iguales) pero… ES DIVERTIDO.

¿Ud. sabía que un buen propietario de Morgan no usa la capota? Si llueve se moja. (Como dijo Rogés: "Los asientos son de cuero vacuno y las vacas se mojan cuando llueve…") Si hay sol saca el protector solar. Si hace un frío glacial, se abriga. Punto.

Para 1963 los fanáticos del 4/4 ven con estupor que la fábrica saca una cupé redondeada, de fibra de vidrio. ¿Cerrada? ¿De fibra? Se fabricaron sólo 26. Los puristas no perdonaron el exabrupto. Mr. Morgan mintió: "Era para sondear el mercado". Se equivocó. Perdonado. Hoy son ultra coleccionables, claro… Aparece entonces el hada madrina de los Morgan y los gratifica con un motor ideal para el 4/4: el pequeño V8 de Rover (diseño Buick). Livianito, confiable y poderoso, hace volar al modelo que llaman 8 Plus. Los 3,5 litros caben perfectamente en el vano motor. El auto gana 3% en el peso, pero mejora 50% su performance. Es el auto que Ud. y yo querríamos tener, conducir y disfrutar.

La gama completa ofrecida hoy día por la Cía. es: 4/4; Plus 4; Roadster; 4 Seater; Supersports, Eva GT, el Three Wheeler (nuevamente en producción) y un 3 Wheeler Pedal car. También hay una Edición 75 Aniversario del 4/4, con inscripciones alusivas, el motor de 2000 cm del Plus y algunos otros detalles distintivos. Su costo es de £ 38.750.- (U$S 60.000.-) La familia Morgan es única y excéntrica. Como sus autos. Como quienes los compran.

Un Morgan 4/4 Sport cuesta £ 30,895.- (U$S 48.000.-) y un 4/4 está £ 29,769.- (U$S 46.000.-) En el pasado hubo que esperar hasta 6 años, aunque hoy la espera se redujo a 6 meses. No me da la billetera (ni la edad) para tener uno. Pero si voy a Inglaterra, le aseguro que me voy a la fábrica, alquilo un 8 Plus por un día (se puede) y me voy de pic-nic con canasta de mimbre, mantel, manta de viaje, a bottle of red wine y algunos bocadillos ad hoc. Y, por un día, me cambio el apellido de Bongiardino a Goodgarden.

Cuando tenía 18 años, vi pasar un MG TC 1947 e instantáneamente me enamoré. Jamás voy a olvidar esa imagen. La recuerdo como si fuera ayer… Al poco tiempo tuve la suerte de poder comprarlo. Corría el año 1974. Fue mi primer amor.

Como buen Arquitecto que pretendo ser (y no lo soy), quedé seducido totalmente por su diseño, el dibujo de su perfil. Era el auto inglés sport por definición, exactamente lo que a mi me gustaba. Nunca me interesó la parte mecánica de los autos, si era a cuerda o a gomita… Sí, que funcionara.

Tengo mil anécdotas… Un día, apareció un segundo amor: mi actual mujer con muchísimos mas beneficios y etcéteras. Al MG, lo vendí después de 14 años y mil lagrimas… para construir nuestro garaje, digo casa. Pasó poco tiempo y me di cuenta que extrañaba horrores mi primer amor… No había dudas que mi tendencia hacia la poligamia era sustancial. En silencio y buscando desesperadamente, encontré algo parecido y, me volví a enamorar… era un Morgan 4/4 Roadster de 1950. Ignoraba que andaba uno por estos pagos… raro como perro verde. Empezamos a estar juntos y, a medida que nos íbamos conociendo más, más me enamoraba…

La curiosa historia de estos autitos, la familia Morgan, la pulgada de tolerancia en su fabricación, que no haya dos autos exactamente iguales, que la fábrica te garantice que una pieza original no te va a encajar… Todos estos detalles hacen a su fuerte personalidad…

Y logré restaurarlo nomás.

Hace más de 15 años que mi triángulo funciona a la perfección… Les adjudico gran mérito a mi mujer y a mis dos hijos, que me lo permiten. Hoy, todos juntos, jugamos con gran alegría con el Morgan. Nos hace sentir importantes sin serlo. Jugamos. De eso se trata la vida.

Coco Spina