Publicación en el "Boletín del Vintage Sports Car Club"

Publicación en el "Boletín del Vintage Sports Car Club"

Querido sobrino;

Publicación en el Boletín del Vintage Sports Car Club

Accediendo a tu pedido, traduzco un artículo que escribiera para el "Boletín del Vintage Sports Car Club" de Inglaterra en Marzo del ´78. Fue el segundo Club clásicos y sport más antiguo del mundo, fundado en 1931, para autos sport de 1920 hasta el 1931, fecha en que los fundadores consideraron que terminó la era de los autos hechos a mano y empezó lo que hoy conocemos, la producción en serie. Salvo honrosas excepciones… tuvieron razón, fijate que los súper clásicos son casi todos de la época Vintage, hasta hoy. La VSCC, en la actualidad, agrupa a Clásicos y Sport Vintage (1919-31), Post Vintage (1932-42) e interés especial del ´45 hasta el ´60. Ah… el Club más antiguo, es el "Veteran Car Club" fundado un año antes, en 1930, para autos desde los primeros Daimler y Benz del siglo 19 hasta 1919, también en Inglaterra.

Yo me hice socio del VSCC en el ´71 cuando compré los restos de lo que eventualmente fue mi Delage D6-70, al que extraño hasta el día de hoy. A través de la VSCC conseguí un apoyo incondicional y una pila de repuestos inconseguibles en nuestra Argentina de los años ´70; pero me veían como un bicho raro: ¿Un argentino con apellido escocés, con un auto Francés…..? Y así fue que pidieron una nota, resultando lo que sigue:

SECCION LATINO AMERICANA - R. MACNIE HABLA DE LA REALIDAD ARGENTINA.

"Por una sutil combinación de estimulación de ego y de persuasión, los Sres. Tom Threlfall (Director del "Bulletin") y Peter Hull (Secretario del Club) me han convencido de escribir una nota sobre la escena Vintage en Argentina, a pesar de mi falta de calificaciones.

Primero un poco de historia, para dar una perspectiva: Argentina tuvo importación abierta de automóviles hasta la Segunda Guerra Mundial; luego restringido desde el ´39 hasta el ´50 y virtualmente cerrado hasta hoy (´78). Como a nuestros primos norteamericanos, el Ford T nos puso sobre ruedas, seguido por el inmortal "A" junto a todas las versiones de Chevrolet, incluyendo al magnífico "Champion". Estas dos marcas fueron las primeras armadas en el país y fueron los más elegidos por los campesinos, ya que eran los que mejor se adaptaban a los caminos de tierra y barro típicos del campo Argentino. Sus motores torqueros y construcción liviana sobre ruedas angostas de diámetro generoso los hacían perfectos para las condiciones reinantes de la época. Muchos todavía están en uso diario en partes remotas del campo. (Hoy, 2010, reemplazados por sus versiones 4x4). Durante ese mismo período, la gente pudiente de las ciudades compraba automóviles más pesados y cómodos, hoy considerados como Clásicos. La gran mayoría de estos autos fueron desguasados antes y durante la segunda guerra por sus alto contenido de metales no ferrosos y los sobrevivientes fueron diezmados por la exportación de clásicos en las décadas ´50 y ´60 a coleccionistas extranjeros, a precios nunca imaginados en la Argentina. Nos avivamos muy tarde de lo que estaba pasando. Los corredores pudientes de las décadas ´20 y ´30 importaron Bugattis, Alfas, Maseratis y otros de la misma estirpe para correrlos en pistas de tierra por todo el país, incluyendo Grandes Premios maratónicos, programados siempre sobre caminos de tierra y ripio. Aunque muchas veces, esas magníficas marcas, fueron relegadas por mundanas baquets Hudson, Reo, Ford y Chevrolet, etc. Los autos americanos, de cilindrada generosa, construidos en un país con una red caminera similar a la nuestra, podían tragar enormes cantidades de polvo y barro abrasivo con total impunidad, mientras que los exóticos autos europeos con sus motores delicados frecuentemente se ahogaban y se morían en los guadales.

Luego nos llegó la era del TC, donde principalmente se enfrentaban cupecitas Ford V8 y Chevrolet 6 cilindros, con válvulas a la cabeza. Los dueños de los clásicos europeos, todavía batallando en las pistas, empezaron a emplear motores americanos para tratar de emparejar la cancha y así nacieron varios Bugatti/Ford ó Maserati/Chevrolet etc. Así es que el entusiasta de hoy suele encontrar el auto de sus sueños montado sobre ruedas 600 x 16 con un corroído motor Ford V8 debajo del capot.

El hecho de haber salvado estos autos del desguace o de los exportadores y reconstruirlos a pesar de la falta de repuestos, gomas, etc., es un tributo a la dedicación de los coleccionistas y los mecánicos, quienes pudimos organizar, por ejemplo, una muestra de unos 150 automóviles clásicos (la segunda muestra en la Rural) representando a la mayoría de las grandes marcas, desde un Krieger 1897 eléctrico a un superlativo Maserati 300S de los años cincuenta. Y para demostrar, además, que también funcionaban a la perfección, luego de ser exhibidos durante 15 días, la mayoría participaron en el Rally de Mar del Plata (organizado por el Club de Autos Clásicos de Mar del Plata, ahora difunto pero reemplazado por el Club actual) donde corrieron, hicieron pruebas de km lanzado y concursos de elegancia. Envío una foto (por Enrique Sánchez Ortega) de Juan (Pichón) Rocha, uno de nuestros maestros mecánicos, provocándonos piel de gallina con el grito del "chancho" (compresor) de un Mercedes SSK (este Mercedes fue reconstruido por José Fanto de los restos del auto de Zatuszek luego del accidente apocalíptico de Fermín Martín en Tres Arroyos en el ´38). A pesar de la paliza que Pichón le estaba propinando al SSK, Iriarte, el dueño, como buen caballero automovilístico, no hizo ningún comentario.

Ante la falta de autos clásicos interesantes, los Clubes aceptan autos con historias sospechosas ó que sólo se pueden clasificar de clásicos modernos ó futuros, tal como los Jaguar XK120, E Type y hasta Porsche 911 Targa. El hecho de que los argentinos prefieren su confort ante todo y no enloquecen por los autos sport sin techo ó con mínima protección de los elementos, ha creado una falta de vehículos de esta estirpe.

Por lo tanto, aquellos que podemos construimos réplicas ó "specials", generalmente con una alta calidad de construcción. Así es que hoy tenemos dos réplicas de Jaguar SS100, dos Delahaye MS (Le Mans) y un Delage TT, todos muy difíciles de identificar como facsímiles y que darán un terrible dolor de cabeza a entusiastas dentro de 50 años… También acompaño una foto de Lucho Clucellas en su Delahaye MS "Le Mans" réplica, corriendo en Mar del Plata (foto Enrique Sánchez Ortega).

Las actividades de nuestros Clubes son más sedentarias que en el VSCC. Generalmente son paseos tranquilos a algún lugar pintoresco, no muy distante, donde se realiza una "gymkhana" ó un concurso de elegancia y luego, todos los concurrentes, disfrutan de un buen asado regado con cantidades industriales de buen vino. Más tarde todos se van como pueden a sus casas (¡ningún test de alcoholemia aquí!) Por lo menos, el recién resucitado Club de Automóviles Sport está organizando carreras en serio, en distintos autódromos, algunos pavimentados, con lo que más autos sport y de carrera están apareciendo. Las cosas se pondrán interesantes si se pueden persuadir a más y más Socios que se olviden del valor de sus autos y que los aceleren en serio. La contra es que repuestos para estos autos son imposibles de conseguir. Aquí, el dueño de un juego de ruedas Rudge ó un cuenta vueltas ¡es un millonario motorizado!

En conclusión, hay una bolsa de entusiasmo, pocos autos, menos repuestos, mucha envidia a los extranjeros que aparentemente tienen todos autos interesantes y los repuestos correspondientes, y se divierten como locos.

Por nuestra parte, perseveraremos hasta la última rueda 18" y hasta la última gota de nafta."

Publicación en el Boletín del Vintage Sports Car Club

My dear nephew, cuando esta nota fue escrita en noviembre del ´77 no había importación de autos ni de repuestos pero todos los meses partían, legalmente, autos de colección al exterior. Durante las décadas del ´50, ´60 y ´70 se fueron los autos más importantes del país: Rolls, Bugatti, Maserati, Ferrari, Alfa 2.9, Duesenberg, Delahaye, Delage, Horch, Mercedes (el de la foto de la tapa del Boletín VSCC), Minerva, Jaguar SS1, SS100, Bentley 3 litros, Hispano Suiza, Allard Cadillac, Reo etc. etc. Y estos son únicamente los que me acuerdo. Sólo dos han vuelto, el Allard J2 y el Reo de Blanco. Gracias Sres. Ferioli y Pérez Companc.

Había sólo tres Clubes formales de autos de colección, Club de Autos Sport (CAS), Club de Autos Clásicos, y Club de Autos Clásicos de Mar del Plata. El Club MG estaba en formación, a CAdeAA le faltaban algunos meses todavía, y la Asociación Argentina de Autos Sport (AAAS) en ese momento no era un Club de autos, sino una Asociación que organizaban carreras (Ej. 1.000 Km de Buenos Aires, F1 etc.) Formaba banderilleros y tenían un colegio de pilotos en el autódromo Municipal (ahora Hnos. Gálvez).

¡¡Cómo han cambiado las cosas!!!

Así era la situación, a mano alzada, de los autos viejos AC (Antes de CAdeAA). En este querido Club fuimos los primeros, en el ´83 ó ´84 en incluir un autojumble en nuestro Rally Anual. Esa vez fue en los bosques de Santa Catalina e invitamos a Miguel y Ángel, propietarios de la legendaria "Cueva", a armar un "stand" a la hora del choripán del mediodía. No sé si les fue bien, pero se hicieron conocer, y en futuras salidas, otros clubes empezaron a aceptar autojumblistas en sus rallíes. En esta época Miguel y Ángel eran los capos del auto americano; Cristian Von Sehmen de los alemanes y Diego Balduccio del Ford A y V8. El primero de todos era Pablo Nápoli zar en todos los Clásicos: Rolls, Hispano, Minerva, Napier, Bugatti, Alfa etc. Pero todos tenían su negocio fijo y no había los autojumbles tipo gitano de hoy. Pienso que mi invitación a Miguel y Ángel precipitó la era del autojumble.

Tu tío Mac

Publicación en el Boletín del Vintage Sports Car Club

Por: Robert Macnie