100 años de Ford en Argentina
100 años de Ford en Argentina
El complejo Rouge River
ocupaba una manzana entera y estaba ubicada en la calle Wenceslao Villafañe, junto a la entrada de la Dársena Sur, en el barrio porteño de La Boca |
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Situada a pocos kilómetros al sur de Detroit, en la confluencia de los ríos Rouge y Detroit, el complejo original Rouge era de unos 2,4 km de ancho por más de un kilómetro de largo y constaba de 93 edificios. La superficie total era de 15.767.708 m2 (1.577 manzanas, surcada por 120 kilómetros de cintas transportadoras.
Había muelles de descarga de mineral, hornos de acero, hornos de coque, fábricas de laminación y hornos de vidrio con sus rodillos para obtener placas de vidrio. Los edificios incluían: planta de neumáticos, planta de estampado, planta de fundición de motores y chasis y también las plantas de montaje y la de transmisiones, fábrica de radiadores, herramientas y matrices. Incluso una fábrica de papel. Su planta de energía masiva producía suficiente electricidad para iluminar una ciudad del tamaño de Detroit.
El complejo Rouge tenía su propio ferrocarril, con 100 kilómetros de vías y 16 locomotoras. Una red de autobuses regulares y 24 km de caminos pavimentados mantenían todo y a todos en movimiento.
Era una ciudad sin habitantes. En su pico, en la década de 1930, más de 100.000 personas trabajaban allí. Para darle cabida se requería un multiestación de Bomberos, una moderna Policía, un Hospital con todo su personal y un equipo de mantenimiento de 5.000 operarios.
Un nuevo coche salía de la línea cada 49 segundos. Cada día, los trabajadores fundían más de 1.500 toneladas de hierro y producían 500 toneladas de vidrio.
De esta empresa estamos hablando. La que estableció aquí su segunda filial de Ford Motor Company fuera de Norteamérica, resultando la primera automotriz en establecerse en nuestro país. Su historia, pues, está estrechamente ligada a nuestra industria, nuestro agro y nuestra vida cotidiana, ofreciéndonos hoy una amplia y moderna línea de productos. ¡Salud!
El soñador que lo logró fue un rústico y testarudo granjero llamado Henry Ford, quien tenía claro su objetivo: hacer un auto que sus propios obreros pudieran comprar y poner a USA sobre ruedas. Para ello no dudó en hacer su real gana durante toda la vida. Por ejemplo, como el pigmento negro secaba más rápido, entre 4 y 8 veces más que el rojo, azul o verde, lo que les causaba enormes inconvenientes en la planta, decidió en 1914 pintar a todos sus Ford T de negro, haciendo a todo el mundo igual ante los ojos del Señor… … Ford.
Su coche más famoso, el que más amó, el inicio del imperio, la concreción de su sueño y el que lo hizo inmensamente rico fue el Modelo T. Sencillo, práctico, democrático, feo, efectivo, indestructible, tanto, que los periodistas del mundo tuvieron que admitir que fue, contra cualquier Ferrari, Lambo o Rolls, EL AUTO DEL SIGLO XX.
Nuestro homenaje a su creador fue, y es, demostrarle al mundo que su soñada "Tin Lizzie", rebautizada localmente "Ford a bigotes", aún sigue andando incansablemente por los desparejos caminos interiores de nuestra Patria, o desplegando su infatigable espíritu en un circuito, en este caso llevado por las hábiles manos de Bocha Massarotti.
Salud, Ford Motor Argentina, por cien años más y los demás... como vengan.
Por: Guillermo Eyherachar
Foto: Martín Gómez