Uruguay siempre fue un destino anhelado por CAdeAA. Diferentes circunstancias políticas, cambiarias y económicas, nos impidieron una mayor frecuencia de visitas. Pero los astros se alinearon y una vez más nuestros autos pusieron proa (radiador) al oriente, navegando el imponente Río de la Plata, manso esta vez, para recalar en la hospitalaria y hermosa Colonia del Sacramento. El lento Eladia Isabel atracó suavemente mientras, en su panza, los impacientes pilotos pugnaban por salir de una vez, como en una urgente parición metálica.

Espontáneamente y recordando la tradición, los autos se ubicaron frente a la Municipalidad exponiendo vanidosamente sus brillantes y cuidadas restauraciones ante los colonienses.

El veterano Hotel Mirador acogió a los 40 autos y sus tripulaciones. La sempiterna góndola, monumento al colesterol, nos aguardaba con diabólico espíritu, sabiendo de antemano que sucumbiríamos ante sus tentadoras ofertas.

Amigos de Concordia, Entre Rios; San Francisco y Rio IV, Córdoba y La Plata nos acompañaron, participando de la regularidad que arrancó a la mañana siguiente sobre un trazado Colonia-Tarariras-Colonia utilizando rutas diferentes para ir y volver. Las suaves lomas del quebrado agro de Colonia y sus hermosos pálidos colores otoñales distrajeron a muchas tripulaciones, dificultándoles mantener quieta la aguja del velocímetro. La medición realizada por el gran Tito Siebenthal y el control de los animosos y sacrificados Di Gaeta y Breitling, volcaron a las planillas el desempeño individual y clasificación final.

Esa misma tarde, luego del reparador almuerzo, sobre la Rambla y frente a la Bahía, los conos delinearon la traza de la Habilidad Conductiva, causando sorpresa el desempeño de algunos (por veloces) y de otros (por lentos). El atardecer, con el sol cayendo sobre el Río, fue apagando los reflejos de los cromados y pinturas, cerrando ese día de gran actividad y emociones.

Por la noche, en el estacionamiento del Mirador, algún inadaptado rayó seis de los coches estacionados que se hallaban, supuestamente, bajo la vigilancia del Hotel. ¿Qué grado de inadaptación, resentimiento o locura debe ostentar un ser humano para cometer semejante tropelía? ¿Qué buscaba mostrar o demostrar? ¿Cuál fue su mensaje? Nuestras azoradas mentes, no encontraron la respuesta. Tal vez no la haya.

La falta de respuesta del dueño del Hotel, no haciéndose cargo a pesar de haber ofrecido estacionamiento "vigilado", sumado a la falta de renovación de su oferta gastronómica quenperdura incólume a través de las décadas y la pérdida del Salón Casino, ponen en tela de juicio nuestra intención de volver al viejo y querido Hotel Mirador. Una verdadera pena.

De todos modos, un domingo libre, dedicado a recorrer las cada vez más hermosas callecitas de la Ciudad Vieja y a admirar su oferta comercial, creciente en calidad y cantidad, curó nuestros heridos corazones, renovando nuestro amor y admiración por esta colonial ciudad y sus gentiles habitantes. A ella sí, sospecho, volveremos, para disfrutar de su increíble sol desplomándose detrás de la Isla San Gabriel, mientras pinta reflejos en el agua y tiñe de un rojo indescriptible el cielo.

• Copa Challenger: Premiando al mejor participante de CAdeAA. Pasó de la dupla Mihura-Desio ganadores de la edición 2008, a los triunfadores 2009 Emilio Bartoletti-Alicia Duhart, quienes se la arrebataron a los segundos, Agasi-Gonzalez por apenas 87/100. Justa venganza pues, en una anterior edición, Agasi había batido a Bartoletti por 1 punto.

• Espíritu Deportivo: "Pichi" Fiscardi, Acompañante en Peugeot 404, 1977. Por razones personales, piloto y navegante no pudieron correr. Fiscardi decide correr solo esta carrera corta pero complicada, completándola y entregando planilla en tiempo y forma se le hace entrega copa CAdeAA.

• Dama mejor clasificada: Nilda Rodriguez Ford A 1929 Copa Municipalidad de Colonia.

•Premio Delegación más numerosa: La recibió el Club AMALP.

• Tripulacion que llegó desde más lejos con auto más antiguo:  Nelson y Reina Barbero, con Chevrolet 1940 vinieron desde Río Cuarto –Córdoba, cruzando por el puente en Colón -ER. Reciben copa CAdeAA. Alberto Alonso y Alberto Nívoli, con Buick 1939 vinieron desde San Francisco – Cordoba, cruzando por Colón. Reciben copa Municipalidad de Colonia.

• Premio especial al mayor puntaje en contra: Se hacen merecedores los 3 autos de Quilmes conducidos por Ariosto, Cerquini y Doval. Premio "Reloj de Pared para poder ver mejor los tiempos" al Sr. Hector Doval por tener el auto más antiguo del trío.

• Agradecemos la visita de los amigos: Graciela y David Goldsmit, con Ford A 1930 desde Concordia ER; Clorinda y Rodolfo López, con Karman Ghia 1956 de La Plata; Silvina y Sergio Martinez Pinto con Austin Healy Sprite 1960 de La Plata; Walter Peracecci de Rio Cuarto (GAVA) y Raul Marsicano de Paraná con Lancia Beta 1977; Hugo y Ana Cristina de la Asociación Cordobesa (ACCAA) con Alfa Romeo 1997; Juan Manuel Bessone y Luis Horacio Camusso de San Francisco (CBA) con Mercedes Benz 1980; Alberto Alonso y A. Nivoli de San Francisco con Buick 1939; Reina y Nelson Barbero de Rio Cuarto Premios Especiales