CAdeAA. Rally 35º Aniversario.

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Federación, Colón, Concordia, Palacio San José
Otro Paseo inolvidable.

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¿Cómo lograr que un paseo sea exitoso? Tome unos 35-40 autos de todas las épocas, agréguele un recorrido de 1.100 kilómetros, súmele hoteles de primera, gastronomía exquisita, paisajes increíbles y un puñado de gente con muy buena onda y muchas ganas de pasarla bien; Si lo desea -como excusa nomás- añada un aniversario: 35 años y tendrá un Raid realmente inolvidable. Eso fue lo que sucedió con este festejo de CAdeAA, visitando la Provincia de Entre Ríos y sus localidades: Federación, Colón, Concordia y San José. Receta completa y éxito asegurado.

El viernes 7 la caravana llegó a Federación, donde estaban programados paseos por la ciudad y una exposición. La fiesta en Federación duró tres días. Cenas, shows y el festejo del cumpleaños de Elvio Pettorossi incluido. Las termas de esta ciudad fueron intensamente castigadas por los ocasionales turistas, especialmente las damas, quienes, si bien buscaron infructuosamente restar algunas décadas a su apariencia personal, restituyeron con éxito energías, purificando cuerpo y espíritu.

Esta nueva ciudad fue producto de la demolición de la vieja Federación, la que quedó debajo del espejo de agua de la represa Salto Grande. La reubicación de familias y fauna autóctona fue una tarea extraordinaria y, naturalmente, imprescindible.

A esta enorme y bastante nueva represa se dirigió la caravana para visitar sus instalaciones y aprender sobre este coloso energético.

Ya por el Martes 11, el fotógrafo oficial convocó a la sesión de fotos de rigor. Luego se visitó la reserva ecológica, se presenció una obra de teatro y para que no haya problemas con el INADI, también se festejó el cumpleaños de Juan Motiluk.

Dentro del programa de actividades, estaba prevista una visita al Parque Nacional Palmar de Colón, emplazamiento notorio de la protegida palmera Yatay, especie que vive entre 200 y 400 años, perfumando el ambiente con sus flores amarillas y prodigando su dulce fruto del que se hace licor. Este refugio de flora y fauna también exhibe otros ambientes, como los bosques en galería a la orilla del Río Uruguay. Allí nuestros Socios fueron instruidos en todos estos diversos aspectos naturales.

Llegando al jueves, El Sr. Intendente compartió la Exposición en la Plaza Colón. Luego se visitó a un viñedo y bodega de la zona, donde fuimos cálidamente atendidos. Un almuerzo campestre con baile incluido fue despuntando la tarde.

Y como "todo concluye al fin, nada puede escapar", el viernes 14, luego de una interesante visita al Molino Forclaz, donde se apreciaron elementos del pasado agrícola y molinero de la zona, se realizó nuevamente un almuerzo en un quincho entrerriano donde no faltaron los chamamés y el estrechamiento de los lazos que hace muchos años ata fortísimamente, alrededor de nuestro Club y nuestros autos, las vidas de hombres y mujeres de CAdeAA.

La cena despedida, con corbatas y recuerdos intercambiados, ahora sí, puso definitivo punto a este encuentro, que presagia la llegada de otra disfrutable salida, a algún lugar, en algún momento.

Texto y fotos: Rafa Vallejos

 

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.
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El factor humano

Cosas que aprendemos recorriendo el país:

De la vieja a la nueva Federación

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En Federación nos hicieron sentir la piel de su gente. La joven recepcionista del hotel me contó que sus abuelos casi murieron de tristeza al tener que dejar su casa, en la zona que sería inundada. Más tarde, se sentaban en la orilla del río tratando de estar más cerca de lo que había sido su LUGAR.

Al otro lado del río quedarían el hospital y el cementerio que estaban en sitios más altos. Allí se acuñó el dicho popular "en algún momento vamos a cruzar el puente" refiriéndose a la ida al cementerio en el momento de la muerte. La culminación de todo esto fue la inspiración para una obra de teatro, realizada por 2 actores, que llevan 15 años representándola. Es la historia de una pareja de ancianos con sus animales, frutales y su propia huerta. Los comentarios que ellos escuchaban es que vendrían extraños que contaban sus animales, miraban su casa y le ofrecían un dinero para que vayan a la otra orilla, a otra casa. La posición de la mujer era la de tratar de entender y a su vez convencer a su esposo, quien se negaba a dejar ese lugar, que le era propio y en el que tenían sentimientos arraigados fuertemente.

A veces en una misma casa vivían dos o tres familias. Le daban una sola casita, sin terreno, y posibilidades de crédito para el resto. En tanto, veían como la bola de demolición destruía sus casas y el agua llegaba inundándolo todo, sepultando sus sueños. Durante bastante tiempo cerca de la orilla se vio la cúpula de la iglesia. No se sabe bien si fue porque se necesitaba calado para las embarcaciones, que nunca pasaron, o para que la añoranza fuera menor, pero la demolieron.

Era "el progreso" que venía arrasando. En ese éxodo forzado, muchos sufrieron sin poder soportarlo, otros trataron de sobrellevarlo y unos pocos se resignaron.

Más tarde, el haber descubierto agua termal y comenzarla a explotar turísticamente hizo que surgiera la zona. Hoy se ve alrededor de las termas gran desarrollo de hoteles, parque acuático, galerías comerciales, negocios, restaurantes con o sin shows artísticos y van por más.

Curiosamente, cuando decidimos encontrarnos en una cafetería con unos amigos que estaban en el pueblo, caminamos cuadras y cuadras y no encontramos ninguna. Preguntamos a unas chicas donde se había una cafetería, se sorprendieron, creo que nunca se lo preguntaron. Contestaron no hay, quizás no sea negocio. Alrededor de las termas encontramos una, instalada por gente de Buenos Aires, donde concurren los turistas, que sí tienen cultura de un cafecito. Los lugareños toman mate.

Molino Forcaz

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.
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Ya en la ciudad de Colón, el Parque Nacional del Palmar, una belleza natural de nuestra querida Argentina para no perderse.

Visitamos el Molino Forcaz y tuvimos la oportunidad de ver cómo estaba hecho el molino harinero del siglo 19, con engranajes de dientes de madera que trabajaban bañados en agua y aceite para lubricar. En un primer nivel, una habitación posibilitaba descansar a aquellos que habían traído el grano, mientras el molino ejecutaba su tarea, convirtiendo el grano en la harina que más tarde se llevarían.

Como este molino era movido por mulas, Juan Forcaz quiso hacer otro molino harinero de mayor producción pues eran muchos los paisanos que traían sus granos a moler. Fue a Holanda y trajo una réplica de un molino y lo construyó, pero las aspas planas, de tela y madera, no funcionaron, resultó un fracaso por falta de viento.

Si alguien le hubiese sugerido que las inclinara un poco, hubieran funcionado, pero eso no pasó y Juan se deprimió de tal forma que a los 45 años murió.

Su mujer decidió que cerraba el molino de viento y de eso no se debería hablar más, sus hijos tampoco insistieron.

Hoy en día fue declarado monumento histórico y cobra vida mediante una visita guiada con una representación teatral recreando la historia familiar.

Bodega Vulliez-Sermet

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.
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También en Colón y, según nos contaron, en el año 1874 Joseph Favre, trayendo vides de Francia, comenzó una plantación. Muchos colonos le llevarían sus propias vides para elaborar sus vinos.

Cuando en los años 1940 se promulgó una ley proteccionista para San Juan y Mendoza, se prohibió que las otras provincias fabricaran vino. El Ejército Argentino quemó con lanzallamas los viñedos y destruyó a hachazos los toneles.

Por la prohibición, el viñedo quedó abandonado. Pero en el año 2003, la familia decidió recomenzar y recomponer los sueños del abuelo.

El, de 52 años, profesional como su esposa, comenzaron con vides de Francia, aconsejados por un enólogo uruguayo para implementar una bodega. La forma de plantar las vides resulta curiosa, en forma de Y, ya que por la humedad de la zona no se utilizan los espaldares como en Mendoza. Uruguay, en la otra orilla, tiene el mismo clima de Colón, por lo que se adoptó su metodología de cultivo. Vimos cómo se fabrica artesanalmente el vino y se estaciona en cubas de roble. La cava se asemeja a las bodegas francesas de ladrillos, con poca luz, estantes de botellas apilados en estructuras de madera para ser estacionados y caballetes en V para el vino espumante (antes llamado champagne).

El sueño de los abuelos, pioneros, quedó materializado, tardía pero efectivamente.

Bosque de eucaliptus rojos

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.
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Esta es una zona declarada reserva natural, donde nada se toca. Nuestros autos recorrían los senderos entre los eucaliptos en un día caluroso y soleado. Hermoso. Estacionamos y a pocos metros estaba el río Uruguay. De sus aguas se asomaban las raíces de aquéllos árboles que quedaron sumergidos y que con el tiempo se petrificarán. El Guía nos contó que en verano se realiza una excursión nocturna con linternas. La represa se ve iluminada a lo lejos. Muchas veces al bajar el río esas raíces quedan más al descubierto y, acudiendo a la imaginación, se ven figuras y siluetas maravillosas. Debe ser fantástico.

Luego de estas referencias nos invitó a que entre los cantos rodados que estaban junto a la orilla encontráramos ágatas. Allí todos buscábamos y elegíamos. Algunos descubrieron hermosas piedras con más o menos dibujos. Otros las intercambiaban como figuritas. Las señoras pensaban en llevarlas a algún artesano para que les hicieran colgantes o anillos.

Hasta Lautarito Fiscardi estuvo juntando piedras para llevar a su maestra y contarle todo lo que había visto en este viaje.

Trencito a la vieja Federación

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.
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Un viaje en trencito nos llevó a la a vieja Federación, o ciudad vieja, la que se halla otro lado del puente. Hay allí galpones en los que funcionan florecientes aserraderos. Se dice que en el futuro funcionaría allí un parque industrial. Las viviendas si, fueron demolidas. Queda el cementerio. Y las ruinas del hospital que funcionó, una vez demolida la ciudad, durante bastante tiempo hasta que fue construido el reemplazo en la nueva ciudad. Está en proyecto restaurarlo y declararlo monumento histórico.

Lejos del ruido de la ciudad nueva, se instaló un centro apícola donde nos ilustraron acerca de las abejas, la miel y los productos de belleza que se elaboran con ella y sus derivados. Allí reciben los panales de los apicultores de la zona y procesan la miel y sus derivados como jalea real y polen con tantas propiedades para el ser humano. Nos explicaron como mueven las colmenas por los campos (previo permiso de los dueños) para que tenga sabores varios (eucalipto, por ejemplo) Muchas veces me preguntaba por qué encontraba, abejas vivas en el suelo de la terraza de mi casa; la respuesta es que se les gastan las alas de tanto volar y no pueden llegar a su colmena. Me entristecí mucho al saberlo.

Norma Maliandi fue quien, viendo las propiedades cosméticas de la miel, comenzó a fabricar una línea de productos de belleza combinándolos con aloe vera, rosa mosqueta y otros para hidratar y mejorar la piel. Las señoras, naturalmente, terminamos comprando cremas anti edad y humectantes.

Palacio San José. Hito hstórico

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Antes de emprender el regreso, fuimos al Palacio San José, residencia del General Justo Jose de Urquiza. Una extensión de 2500 ha de las cuales 20 eran de parques, jardines y árboles frutales.

Ese palacio fue construido como algo excepcional y con mucho adelanto para su época. Urquiza pertenecía a una familia acomodada y viajaba mucho a Europa, teniendo contacto con el arte, la arquitectura y las comodidades del viejo mundo. Eso mismo trasladó a este palacio. La cocina, por ejemplo, es redonda con calderas que llevaban la calefacción a los aposentos. Los techos de las habitaciones presentaban, cada uno, una ornamentación diferente. El cuarto de baño tenía las cañerías instaladas con canilla. En un país donde las familias que tenían cuarto de baño trasladaban el agua en recipientes, esto significaba un lujo de avanzada. El diseño arquitectónico es simétrico, lo que está a la derecha tiene su correspondiente en la izquierda. En los jardines se pueden observar dos pajareras con aves exóticas que se asemejan a las que están en nuestro zoológico de Bs As. La sala de música posee un techo espejado, sillones de gobelinos, cuadros y espejos, similar, aunque más pequeño, a los salones de Francia, allí tocaba el piano su hija a quien siempre gustaba escuchar sentado en uno de los bancos de la galería. Se encontraba así, el día 11 de abril de 1870 cuando irrumpió a caballo una partida montonera que respondía al caudillo Ricardo López Jordán al grito de "¡Muera el traidor Urquiza!" Herido de un certero disparo, Urquiza corrió hacia sus aposentos socorrido por su esposa pero, una vez caído al piso, la partida montonera lo ultimó a puñaladas. Aún se conserva un pañuelo con manchas de sangre que recuerda este momento. (*)

El Palacio cuenta con una iglesia. Las dependencias principales y los salones eran de estilo renacentista italiano, con influencias francesas en sus techos y paredes delicadamente decoradas. Como símbolo de categoría y distinción, detrás del casco tenía un lago, actualmente desactivado, donde navegaban veleros ligeros a modo de recreación.

Al patio principal, se conectaba los salones y dormitorios de la familia. El patio trasero, en cambio, contenía las cocheras y casas de la servidumbre. Un patio con parral adornaba y refrescaba a los huéspedes de menor categoría. La construcción del palacio duró nueve años. El Palacio es, realmente, encantador, el agua corriente de la época funciona aún. Es notable encontrar en medio del campo entrerriano un palacio con semejante derroche de belleza.

Por fin, terminada esta visita emprendimos el regreso a Buenos Aires en un día radiante y primaveral tal como todos los días que formaron parte de este maravilloso Paseo 35 Aniversario.

Textos: Alicia Di Gaeta
Fotos: Rafa Vallejos

CAdeAA. Rally 35º Aniversario.