De Lorean

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Volver al pasado

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El adolescente Marty McFly es el único que toma en serio al científico Emmett Brown. Por eso decide filmar su último invento: un De Lorean convertido en máquina del tiempo. Pero los malos atacarán, obligándolo a subir a ella para aparecer en 1955 donde se encontrará con sus padres jóvenes a punto de enamorarse y...

¿Que tiene que ver esto con el automovilismo de colección? Mucho. Este film, "Volver al Futuro" lanzará a la fama a Michael Fox y convertirá al De Lorean en un objeto de culto automovilístico.

Hoy, el vehículo de la trilogía Regreso al Futuro, viajero del tiempo, es una pasión entre fans del mundo entero. Su creador, asimismo, concita el respeto y la admiración de sus aficionados por la envergadura de su sueño y su decisión de llevarlo adelante.

La vida de John Zachary De Lorean también tuvo visos de extravagancia cinematográfica.

Murió de una apoplejía a los 80 años. Había nacido en Detroit y su papá, de origen Rumano, muy humilde y con escasa educación, fue obrero de la Ford. Tal vez por eso estudio ingeniería mecánica, consiguiendo su primer trabajo decente en Packard. Pasó a Pontiac donde se destacó en la proyección de los archiconocidos GTO y Grand Prix. Por fin recaló en Chevrolet donde no le permitieron desarrollar toda la creatividad de la que era capaz. En este punto abandonó su apoltronado sillón ejecutivo y se jugó el todo por el todo. Para competir con el Corvette decidió hacer realidad su proyecto de fabricación de un auto deportivo, de bajo costo y líneas de avanzada.

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Así nació el De Lorean DMC-12. Acostumbrado a pensar a lo grande contrató a Giorgetto Giugiaro para diseñarlo. Fiel a las tendencias del momento, los diseñadores suprimieron en el exterior cualquier vestigio de línea curva (a excepción de los obligados pasos de ruedas) y remataron el conjunto con unos discretos faldones negros y unas molduras de material sintético que albergan los grupos ópticos delanteros y traseros. El habitáculo exhibía materiales de primera calidad con acabados en negro o gris azulado. Todos los DMC-12 incluyeron de serie asientos de cuero, volante regulable de cuero, retrovisores y levanta cristaleseléctricos, aire acondicionado, llantas de aleación y equipo de audio estéreo.

Rechazando a Porsche, John arregló con Colin Chapman la puesta a punto y construyó en solo un año y medio una planta en Irlanda del Norte. Sobre el chasis en X, su corazón motriz, decidió John, sería unmotorOHC V6 inyectado, de 2.800 cc y 130 CV,que había sido desarrollado conjuntamente por las firmas Peugeot, Renault y Volvo. Su posición central trasera no contribuyó demasiado al grip, pero hoy a nadie le importa eso.

El diseño resultó particular y futurístico. En contraposición al Mercedes Benz 300, el concepto alas de gaviota fue realmente representado aquí. Sus puertas alas, abiertas y elevadas, lo convertían en una verdadera gaviota. Su carrocería de acero inoxidable sin pintar y su bajísimo centro de gravedad lo convertía en un plato volador con ruedas de agradable aspecto y espíritu de ciencia ficción.

La empresa tuvo una efímera vida, apenas dos años, 1981-1983, construyendo, a pesar de ello, la considerable cifra de 8.583 unidades. Hoy en día se calcula que siguen rodando unas 6.000 unidades de las cuales 500 se encuentran en Europa. El colapso se produjo en 1983 cuando De Lorean fue arrestado en Los Angeles por intentar vender cocaína por valor de 24 millones de dólares para salvar a su empresa de la quiebra. Más tarde fue declarado inocente al comprobarse que los agentes le incitaron a cometer el delito.

Las extravagancias no terminan aquí. Dos (o tres) DMC-12 recubiertos en oro 24 kilates fueron fabricados para American Express, quien los incluyó en su catalogo de compras navideñas, con un precio de U$S 85.000.- (¡El seguro costaba U$S 1.000 mensuales! Y un bollo en una puerta… ni hablar) El primero de ellos perdura en el NACIONAL AUTOMÓVIL MUSEUM – RENO – NEVADA

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Curiosidades

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El nombre DMC-12 se debe a De Lorean Motor Company y a los Usdls. 12.000.- que era el precio ideal. Aunque el auto terminó costando u$s. 25.000.-

La factoría de Irlanda del Norte tenía dos entradas: una para católicos y otra para protestantes.

Entre los accionistas originales se encontraban celebridades como: Johnny Carson, Sammy Davis Jr. y el cantante country Roy Clark.

Stephen Wynne, empresario tejano dedicado a reparaciones de De Lorean, anunció en 2007 que había adquirido todos los repuestos de la desaparecida marca DMC, con los que fabricaría, unos 500 vehículos. Entre los repuestos adquiridos había numerosos motores. Los nuevos DMC-12 llevan un 80% de partes originales un 20% de nuevas, incluyendo mejoras en su estructura, chasis más fuerte y liviano, mejoras electrónicas e interior más moderno. Una limitación es la disponibilidad de puertas, que alcanzan solo para 500 unidades. El precio de los nuevos DMC-12 es de Usdls. 57.500.- y se fabrican 24 unidades anuales desde 2008.

Muchos fanáticos se preguntan aún hoy: De Lorean quebró en 1983. El estreno de la película, demorado, que lanzó el auto a la fama, se realizó en 1985, apenas dos años después del colapso. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera estrenado en 1982 o 1983? Tal vez otra hubiese sido la historia de este soñador y valiente emprendedor y su producto.

Fotos: Facundo Bengoechea

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Volver al Futuro - El Film

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Michael J. Fox, Christopher Lloyd, Lea Thompson, Crispin Glover, Claudia Wells, Thomas F. Wilson, Billy Zane - 1985: 1 Oscar: mejores efectos de sonido En esta comedia juvenil, fantástica, Marty McFly es un adolescente amigo de Doc, un científico a los que todos menos él toman por chiflado. Cuando Doc crea una máquina para viajar en el tiempo en forma de un automóvil deportivo, Marty viaja accidentalmente al año 1955. Allí se encontrará con sus padres cuando eran jóvenes, pero impide su primer encuentro. A partir de entonces, y con el tiempo en su contra, McFly deberá conseguir que se enamoren para que se casen y él no deje de existir.

Se ha criticado que este film ignora la ya famosa "paradoja del abuelo" (o de los padres, en este caso): si Marty evita el enamoramiento de sus padres, nunca nacerá... y si nunca nació, ¿cómo pudo viajar al pasado y evitar el enamoramiento de sus padres? Sin embargo, el acelerado ritmo al que corre la aventura impide que nos detengamos en esas reflexiones y que compartamos lo paradójico de la trama con toda naturalidad.

Un golpe de acierto fue el diseño de la máquina del tiempo. Siempre representado como un ingenio inmóvil por la ciencia ficción, en esta ocasión es un automóvil que también funciona como tal. De hecho, es necesario que corra a una determinada velocidad para que pueda viajar en el tiempo.

Las secuencias donde el «Doc» Brown de 1955 conversa con Marty acerca del "futurístico" 1985 son excelentes, pues nos remiten hacia "cómo" imaginaba la sci-fi de los cincuentas que iba a ser el mundo dentro de treinta años (un futuro "estilo Buck Rogers"). Frases como «el plutonio podrás comprarlo en las farmacias», «la radiación aumentará debido a las guerras atómicas» o «¿habrá problemas con la gravedad en el futuro?» son de antología. Lo mismo puede decirse de escenas como cuando unos granjeros confunden el moderno De Lorean con un OVNI invasor, o cuando Marty, vestido con un traje antirradiación, asusta a su futuro padre George McFly (Crispin Glover), quien lo cree un alien...

REGRESO AL FUTURO es, con toda justicia, una "joyita" de la ciencia ficción fílmica, cuyo encanto resiste el paso del tiempo. Tanto es así, que 25 años después, la saga vuelve con un video juego de animación por computadora, reafirmando la aceptación de un público que le es, y le seguirá siendo, fiel a ultranza. Además, el fanático admirador argentino Sir Chandler, lideró la presentación en forma particular de un reestreno de Volver al Futuro en versión digital, remasterizada y subtitulada. ¿Las entradas?... Agotadas.

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