Hemos visto uniciclos desde que tenemos uso de razón. En el circo o en alguna esquina de Buenos Aires bajo un equilibrista callejero. También sobre cables de acero, alto, entre edificios. Pero siempre equilibrándolos con una larga barra, con el cuerpo o con el movimiento continuo.

Este uniciclo experimental de HONDA es distinto. Se mantiene balanceado siempre. Solo. O con un humano encima. Siempre. La tecnología de Control de Balance del U3x envía una señal a la rueda, basada en un sensor que mide el ángulo de inclinación del uniciclo. Y listo. Cuando el cuerpo se inclina levemente hacia cualquiera de los lados, el aparato avanza en ese sentido impulsado por la necesidad de recuperar su balance.

Asombrosamente, a pesar de tener una sola rueda, puede desplazarse hacia adelante, atrás, los costados o en diagonal, debido a una estructura única de rueda, llamada Honda Omni Traction Drive System, consistente en una rueda de gran diámetro que contiene ruedas de pequeño diámetro colocadas en sentido transversal. Una solución sencillísima que basa su eficiencia en la precisión de sus comandos, permitiéndole funcionar omnidireccionalmente.

Cuando avanza o retrocede funciona la rueda grande. Hacia los costados funcionan su rueditas transversales. Diagonalmente funciona combinando ambos sistemas. Pesa unos 10 kilos, tiene autonomía de una hora y es portable.

¿Aplicaciones? Infinitas. Piénsese en personas con dificultades para caminar pero con sentido del equilibrio intacto. O servicios de vigilancia en grandes áreas. Desplazamientos en áreas de superestructuras, fábricas, oficinas, hipermercados, exposiciones. Recorrer el Louvre o Hershey. O imaginen ruedas omnidireccionales en nuestros autos para estacionar en zonas difíciles. O, simplemente, jugar.

La reinvención de la función de la rueda es, simplemente, cosa seria y revolucionaria. Uno siempre sabe cuando arranca una invención japonesa, pero nunca a adonde llegará. Y Honda no pierde tiempo en macanas.