"La historia la hacen los que hacen cosas, es por eso que es un honor y un placer para mi presentar este auto a pares, quienes verdaderamente pueden apreciar y valorar el esfuerzo que significa hacer un auto, algo que no sucede con frecuencia" dice Diego De Luca luego de haber agradecido especialmente a Emilio Bartoletti por su participación en la realización de este Alfa Romeo Monza ,1932.

El proyecto comenzó cuando lo contactan para comprarle su Alfa Romeo P2, modelo anterior a éste. "Como el auto no estaba en venta porque lo había hecho para mí, propuse hacer el modelo inmediato posterior conocido como Monza 8C 2300, otra genialidad De Vittorio Jano"

Con respecto a la historia automovilística de este modelo, Diego explica que fue un ícono de las carreras de Grand Prix de los años treinta, conducido por pilotos de la talla de Tazio Nuvolari, quien era bajo y delgado, lo que explica un cockpit tan pequeño e incómodo. También nos aclara que el torpedo tiene pintado el escudo Ferrari pues antes de construir sus propios autos, Enzo Ferrari fue piloto de Alfa Romeo con P1 y P2. Luego Alfa Romeo le delegó la sección competición y, entonces, a los autos preparados por él les pintaba el escudo SF que significa Scuderia Ferrari.

Se estima que autos originales Alfa Monza quedan muy pocos. Se puede apreciar uno de ellos en el Museo Alfa Romeo en Arese, Milán. Este modelo fue concebido con motor de 8 cilindros con doble compresor en dos blocks de 4 cilindros. "Uno de los mayores desafíos que me presentó este proyecto era lograr unir dos motores de 4 cilindros y, contrariamente a lo que muchos creían imposible, con la ayuda de excelentes artesanos logramos unir dos blocks de 4 cilindros con dos compresores, un solo cigüeñal, dos árboles de leva y una sola distribución que originalmente era central y en este caso está al frente"

Le llevó tres años construir el maravilloso auto que hoy podemos apreciar. Diego recuerda que cuando su mamá le preguntaba qué quería ser cuando fuera grande él siempre decía "Construir autos" Pero si bien había demostrado habilidad manual, como su escolaridad primaria había dejado bastante que desear, al momento de inscribirlo en la secundaria industrial su mamá pensó que ebanistería le resultaría más fácil que mecánica. "Cuando le hago la misma pregunta hoy a mi hijo me dice que quiere ser estrella de rock y si resulta que tiene la misma convicción que tuve yo es muy probable que en algunos años vean a un De Luca con los pelos teñidos de verde tocando la batería en alguna banda de rock"

Hoy Diego ha cumplido su sueño de construir autos y citando sus palabras del comienzo, ojalá su hacer también contribuya a formar una pequeña historia.