Fue por el 1958. Un par de años después, Hans Herrmann me contó detalles de este espectacular accidente en la curva Sur (cerrada) de AVUS.

Me dijo que vivió todo el accidente segundo a segundo, que estaba consciente mientras se deslizaba por el piso y que presenció la desintegración del coche y su patinada de pé a pá. No le pasó más que la ropa hecha trizas y algunas escoriaciones.