Inglaterra
Inglaterra
¿Qué me deja este viaje a Inglaterra? Agradecerle a Dios conservar la capacidad de asombro que me permitió abrir enorme los ojos ante cada maravilla del camino, sus parques, sus jardines, su arquitectura. La sensación única de manejar un Morgan a 20 cm del suelo, con el viento en la cara, por un paisaje de ensueño donde puedo cruzarme con un faisán mansito o espiar a una ardilla. Y me deja, fundamentalmente, el aroma a rosas que muchas veces apareció de la nada, llenando el aire, haciéndome recordar mi infancia en aquel querido jardín de mi abuela materna quien, coincidentemente se llamaba… Rosa, igual que mi Madre.
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Un compromiso familiar nos llevaría a Inglaterra. Al acercarse la fecha del viaje tuve que optar entre olvidar mis aprensiones sobre la política exterior británica y disfrutar lo disfrutable o amargarme a cada paso. Decidí lo primero ante lo inevitable del viaje.
Primera semana - Londres
Había ido hace 20 años. La gran diferencia reside en la invasión étnica que sufrió. Especialmente del mundo musulmán. Las mujeres con chador son mayoría. Las siguen las chinas, rusas, hindúes… Los nuevos ricos del mundo quieren vivir en Londres. Y son muchísimos. Un m2 vale u$s 20.000 en los muy buenos lugares, por lo que por escasos 100 metros se deberán oblar unos 2 millones de esa moneda. Los londinenses sufren esa subida de precios inmobiliarios y están siendo desplazados hacia las afueras.
No están felices. Además, el haber tomado préstamos a tasa indexada los puso en situación crítica como a toda Europa, aunque menos cruenta, pues las propiedades no se devaluaron. Transportes: son públicos, eficientes, limpios, seguros. Subte y buses los llevarán a donde sea, la red es inmensa. Las frecuencias del subte llegan a 1 minuto. Hay millones de personas que viajan, y lo hacen bien. Autos: Land Rover y Range Rover son los preferidos. Les siguen los Mercedes, BMW y Audi de alta gama, japoneses muy pocos y los una vez emblemáticos británicos Rolls, Bentley, Jaguar, casi no se ven, pues no son mas ingleses ni emblemáticos, pienso. En el segmento medio: VW, Ford, Citroën, Peugeot, Skoda, etc. Muchos gasoleros, aunque no hay diferencia de precio con la nafta.
Es una ciudad de fuerte personalidad. Londres es única. El verde es increíble y la maestría inglesa en diseño paisajístico es apabullante. El Hyde Park es inolvidable. Su extensión, sus abras infinitas, los macizos florales y los árboles dispuestos como al descuido, hacen este parque y los Jardines de Kensington adyacentes la gloria de los que disfrutamos estas cosas. Los londinenses lo aprovechan a pleno.
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Segunda semana - Cotswolds
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Esta zona, hacia el oeste de Londres, se destaca por sus suaves ondulaciones. Es el campo inglés y está como hace siglos. Todo se cuida, se mantiene y lo que se hace nuevo se hace sin romper la tradición. Un Trust creado al efecto vela por mantener esa tradición en los Cotswolds. Las Ferraris, Lamborghinis y demás deportivos extremos se ven de vez en cuando en la entrada de un establecimiento de campo o recorriendo esas rutitas campesinas muy angostas, sinuosas, que nos permiten descubrir el paisaje a cada vuelta del camino. Las flores abundan de un modo tal que abruma. Los jardines de las viejas casas solariegas que hoy se abren al público son un festival para la vista. Las rosas siempre están presentes en sus miles de formas antiguas. No hay demasiadas híbridas y si muchísimas de las fragantes "antiguas rosas inglesas" (aquellas nacidas de las humildes rosas arbustivas de 5 pétalos) que dieron origen, pagando con la pérdida de su perfume, a las infinitas hibridaciones que hoy conocemos. Los fines de semana vi muchos sport ingleses antiguos como MG, Jaguar, Austin Healey paseando en solitario. Verlos venir por el campo y apartarse para dejarlos pasar es una visión de película antigua.
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Morgan - La fábrica
Abajo: Costurera en la tapicería |
En el itinerario que me propuse incluí una visita a la madriguera de estos eternos autopropulsados. La experiencia fue verdaderamente emocionante. Ver la hechura de un modelo, que hace 76 años se hace igual a sí mismo, es una excitante experiencia, pues estamos presenciando la última fábrica genuinamente inglesa y artesanal. Carpinteros, chapistas, tapiceros, cada cual en lo suyo proveyendo a los armadores, es como presenciar la concepción de un bebé y su nacimiento. La línea de ensamblaje no existe. Las estaciones de trabajo reciben el proyecto que se va moviendo a mano entre ellas.
Garlopas, formones, dobladoras de aluminio, limas, máquinas de coser, martillo y aguantador, elementos que ya no existen en la terminales de autos… Es el espíritu inglés: sin algo funciona, no lo cambies (aunque pasen los siglos…) Reitero, hasta Cristina, mi esposa, se sintió conmovida por este proceso de producción. A las 15:30 sonó un timbre como de recreo. Todo el mundo dejó su trabajo y fue a tomar su té y 20 minutos más tarde el mismo timbre los llamó de vuelta. Todos parecen trabajar con buen humor y son muy gentiles al preguntárseles algo.
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Morgan - El auto
(aunque sea un 4 asientos) |
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Habíamos alquilado un Morgan 4/4 por un día. La sensación, ya sobre el auto, es rara. El Morgan es un híbrido. Por un lado tenemos un moderno motor 2 litros, con lindo escape ruidoso, cambios cortos que obligaban a llevarlo siempre arriba en vueltas, caja de 5ta., cómoda amortiguación, perfecto grip, un volante pequeño… ¡de imperdonable cuero y no de noble madera!, relojes que funcionan bien y todo eso, por lo que NO ES UN AUTO ANTIGUO.
Por el otro lado, la dificultad para entrar y salir, la cercanía del piso, su condición de roadster, su diseño deportivo inglés inicial, el viento en la cara (y en todos lados), el volante pegado al pecho, el ruido que hacen sus arcos de capota plegados, la sensación de que se desarmará, la radio en el parallamas, allá abajo, inalcanzable, lo harían un TIPICO DEPORTIVO INGLES. Es ideal para andar por la campiña inglesa, tomar sus curvas, descubrir sus suaves colinas y sus verdes cuadros sembrados, hacer un picnic en cualquier lugar, bajo la sombra de un viejo árbol, escuchando el canto de los pájaros… En definitiva: es altamente disfrutable, pero no se para, no pierde aceite, no calienta… NO ES UN AUTENTICO INGLES ANTIGUO. Tiene su público fiel y lo tendrá por muchos años más. Es disfrutable a rabiar en su entorno pero… es un lindo y divertido HIBRIDO según mi parecer.
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Beaulieu
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Beaulieu es una especie de Meca, hay que verlo al menos una vez en la vida. El National Motor Museum y su creador Edward Douglas-Scott-Montagu, 3er. Barón Montagu de Beaulieu, son famosos desde siempre en nuestro mundo del automóvil. Beaulieu se llama el lugar. El complejo lo integran:
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El Museo
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El museo, con todas las comodidades para un día de campo con sectores para pic nic; un monorriel elevado tipo Disney y un antiguo ómnibus "double decker", ambos recorren las instalaciones; hermosos juegos para niños, tipo plaza; siempre didácticos y los siempre verdes parques y cuidados jardines. También atracciones temporales. En este momento "BOND IN MOTION" con la más grande colección de vehículos utilizados en sus films de todas las épocas. Es muy divertido pues pasan un video del momento de la película donde fue utilizado cada uno. También las maquetas usadas en la época pre-diseño computado. Otra: "WORLD of TOP GEAR" con vehículos y elementos utilizados en la exitosa serie británica.
Un dato importante: La Biblioteca del Museo tiene mucho material. Se puede requerir una figurita difícil. Si tienen bibliografía se la puede adquirir en fotocopias enviadas a domicilio. No es barato, pero en algunos casos vale la pena. Yo conseguí material sobre un Opel 32, alemán ¡en castellano! (motoring.library@beaulieu.co.uk)
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La Abadía de Beaulieu
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La Abadía, de la que queda solo un edificio en pié, ya que el terrible Enriquito VIII, cuando expulsó de Inglaterra a los católicos romanos, expulsó a sus Monjes Cistercienses, mandó a demoler sus impresionantes instalaciones, vendió la tierra y se quedó con el producido… El comprador fue un antepasado de Lord Montagu, siendo éste el comienzo del asunto. Hoy solo queda un edificio en pié y los cimientos de lo demás.
La casa de Lord Montagu
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para la Biblioteca del Museo |
Es una hermosa mansión campesina, palacete rodeado por parque y laguna con patos y cisnes, como debe ser una propiedad solariega inglesa de categoría. Es realmente bonito el conjunto y se puede visitar gratis. El Lord y su segunda esposa viven allí. Recorrí la casa, pedí ver al Lord, me dijeron que con suerte lo encontraría en los pasillos. Dije que no podía correr el riesgo, que necesitaba verlo para darle unas cosas y agradecerle otras. "Venga a las 13:00, estará su Secretaria" A esa hora, en punto, estuve. La Secretaria me esperaba, ya sabía, nos condujo a la Biblioteca de la casa. Lord Montagu Barón de Beaulieu estaba allí, esperando a este humilde representante de un humilde Club del fin del mundo.
Tiene 86 años. Me dio la mano cálidamente. Le dije que le agradecía en nombre de todos los Socios de CAdeAA por crear el Museo y que le llevaba las últimas 5 ediciones de La Luneta. Las miró con interés, me/nos felicitó y prometió enviarlas a la Biblioteca del Museo (donde ya hay un ejemplar de La Luneta). También nos regaló un catálogo descriptivo de su historia para nuestra Biblioteca y envió saludos para todos los Socios.
Tenía la ilusión de verlo, se cumplió. Cuando salí de la casa recordé ese momento y me corrió un calor por la espalda. Reflexioné orgullosamente: "Miren hasta donde llegó aquel Club que hace 35 años se fundó, prácticamente, en una plaza de Lomas. Y su revista, claro"
Por: Orlando Bongiardino