Techno Classica Essen
Techno Classica Essen
La mega expo alemana para los amantes de los autos clásicos
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La magnitud de este evento fue deslumbrante. No solo por lo inmenso de sus veinte salones sino, también, por la calidad del los autos expuestos, su cuidada presentación y la perfecta organización de esta exposición. Asistieron 1.200 expositores provenientes de más de 30 países y un total de 180.000 entusiastas la visitaron en sus cinco días.
Este año abarcó del 30 de marzo al 3 de abril y fue organizada, como siempre, por la empresa S.I.H.A. con stand propio en el corazón de la feria, realizado con telas que semejaban ser las paredes de un palacio, alrededor del cual estaban los autos destacados de la exposición: un estupendo Mercedes Benz 28/95 PS de 1924 con carrocería de madera; un imponente Mercedes Benz 540K Special - Roadster de 1939, único ejemplar realizado sobre un chasis corto hecho por Krupp; un elegantísimo Mercedes Benz 680S Saoutchik Torpedo Roadster ; un soberbio Rolls Royce Silver Ghost de 1914 con carrocería skiff realizada por la berlinesa Shapiro - Schebera y como broche de oro una verdadera obra de arte, la Coupé Talbot Lago Figoni & Falaschi Teardrop T150C SS 1938. Si bien su denominación ‘Teardrop'-lágrima- se refiere a su forma, literalmente se te pianta un lagrimón al verla. Emoción completada por una pequeña orquesta, contribuyendo a crear un ambiente refinado y de buen gusto.
Es prácticamente imposible recorrer todos los salones en un día, pues es inevitable detenerse a contemplar y fotografiar los maravillosos ejemplares de todas las marcas, ya sean los majestuosos Horch, Mercedes Benz, Rolls Royce, Bentley, los deportivos Alfas, Ferrari, Maserati, Lamborghini, Porsche… o alguna de esas rarezas propias de un Profesor Fate, -para aquellos que recuerdan a Jack Lemmon en "La Carrera más larga del siglo"- como el Fiat Mephistopheles.
También hay espacio para lo nuevo, como la impresionante Bugatti Veyron que, si bien tiene un diseño sumamente moderno, conserva la personalidad de un auto digno de Molsheim. A su lado, en un estilo completamente diferente, un bellísimo Bentley ultimo modelo. Allí mismo, interesantes concept cars y una excelente réplica del Auto Unión Grand Prix que corriera el legendario Tazio Nuvolari, promocionando uno de los tantos rallíes históricos europeos, en este caso en Mántova, ciudad natal de Nuvolari. Las marcas alemanas ocupaban un lugar preponderante. El stand de Mercedes Benz, celebrando sus 125 años de vida, es digno de destacar no solo por los hermosos diferentes modelos, referentes de su historia, sino porque cada auto estaba sobre una plataforma, iluminado por una simulada araña de caireles circular, dándole un toque singular a cada modelo. Así mismo BMW con un stand amplísimo y sus autos deportivos superlativos era sinceramente un festival para la vista. En el piso superior había autos de particulares a la venta. Varios los presentaban temáticamente, por ejemplo un motorhome con reposeras y mesa de picnic o un utilitario con operarios trabajando, conformando un lugar muy pintoresco. El sábado y domingo los particulares también pueden poner a la venta sus vehículos en los espacios abiertos del predio ferial.
En el salón 7 estaban expuestos los 63 autos que Coys sacó a remate el sábado 2 de abril. Entre los más interesantes había un Mercedes Benz 300 SL "Alas de Gaviota" que perteneció a John Surtees, valuado en € 400/450.000, una Ferrari F50 en igual valor y un Jaguar SS 100 2.5 litros en € 200/250.000. Sería interminable describir todo lo que Techno Classica alberga sin aburrir, pero debo mencionar los stands de clubes, salones exclusivos para venta de herramientas de la más increíble variedad y calidad, algunos con demostraciones de uso en vivo, como para traerse valijas llenas. Un capítulo aparte merece el sector de autojumble, que también es para enloquecer, hay cosas imposibles de conseguir en Argentina, repuestos Bugatti, amortiguadores antiguos regulables, faroles Marshall, Lucas en excelente estado, pequeñeces como ganchos de capot, escuditos, llaves de arranque, ¡lo que quieras! Debo confesar que allí pierdo la cabeza.
Completan la oferta galerías de arte, ropa, valijas, gorras, antiparras, libros, juguetes, fabricación de repuestos y demás. Sin olvidar el arte culinario, donde podemos comer de parados o sentarnos en un bolichito símil Montmartre con pinturas del Moulin Rouge, sirviendo vinos y fiambres. O tal vez un cafecito donde probar riquísimas tortas. O una cervecería donde acompañar una típica salchicha alemana con cerveza tirada. O sea, hay para todos los gustos.
Techno Classica bien puede calificarse de imperdible. Más allá de sus maravillas rodantes hay un condimento que lo hace aún más atractivo y es la calidez y cordialidad de la gente que uno encuentra allí. Esto no es casual. Si bien estamos allí por distintas razones, nos une una pasión que nos permite relacionarnos desde un lugar donde no existen barreras sociales ni nacionales, uniéndonos en un intercambio fraternal de experiencias, saberes e intereses y, por sobre todas las cosas, nos une esa locura que abarca ya 125 años y se llama Automovilismo.
Por: Diego de Luca