Las motocicletas en el mundo y en Argentina...
Las motocicletas en el mundo y en Argentina...
|
Para esta edición de La Luneta había prometido tocar un tema que me apasiona, como son las motocicletas que sirvieron a nuestras fuerzas armadas y de seguridad.
Dentro de ellas encontramos los Rolls Royce de las dos ruedas, como son las Brough Superior y HRD de Gran Bretaña; Indian y Harley Davidson de EEUU y un sin número de otras marcas de las que, lamentablemente, hoy pocas existen, como tampoco existe mucho material bibliográfico para indagar… Más allá que de las motocicletas que sirvieron en las fuerzas no queda, creo, ninguna en los respectivos museos ya sea de Policía Federal, Ejército Argentino, o Policía de la Provincia de Buenos Aires.
Por suerte he tenido oportunidad de viajar a Gran Bretaña y ver colecciones privadas que se muestran en museos abiertos al público. Me gustaría compartir dos de ellos con nuestros lectores.
AJS E 95 Porcupine. Se fabricaron sólo 4 (1949/54). Es la moto más cara jamás vendida: en el 2.000 en U$S 258.000. La próxima saldrá a remate con U$S 750.000 de base.
National Motorcycle Museum
|
|
Es el primero y más importante del mundo, en lo que a máquinas inglesas atañe. Se encuentra en Solihull, un pequeño pueblo del centro de Inglaterra, muy cerca de Birmingham, que guarda en sus entrañas la, para nada pequeña, cifra de 650 motocicletas en perfecto estado de funcionamiento.
Las máquinas que allí se exhiben son de lo más variado, abarcando desde principios del siglo pasado hasta hoy día. Si por nombrar marcas fuera, podrías llenar varias páginas, pues en 1930 existían ya más de 100 marcas distintas en la Gran Bretaña. Algunas conocidas y otras no tanto: AJS, NORTON, BROUGH SUPERIOR, ALCION, ROYAL ENFIELD, MATCHELSS, BSA, VELOCETTE, EXCELSIOR, RUDGE, TRIUMPH, HRD, DMW, OMC, VILLIERS, ARIEL, SCOTT, SUMBEAN, AJW, JAMES, CALTHORPE, NEW HUDSON. Más allá de las marcas hay ejemplares que son únicos, como pueden ser la Triumph Record Breaker, motocicleta con forma de cigarro, de más de 3 metros de largo, que piloteó el italoamericano DON VESCO, o una Brough Superior, totalmente bañada en cobre, o bellas VINCENT-HRD en todos sus modelos, incluidos la Black Prince, que según dicen los expertos en el tema, fue el modelo que precipitó la firma a la bancarrota.
Fue abierto en 1984 al público y es punto de reunión de todos los fanáticos del mundo que necesiten datos de la producción de motocicletas británicas (todas las que allí se exhiben lo son), o necesiten consultar su impresionante biblioteca con todo tipo de información, características técnicas y un sinnúmero de datos.
Todas se hallan en perfecto estado de funcionamiento, con sus provisiones de aceite y nafta. Eso influyó negativa y decisivamente en el incendio que ocurrió en Septiembre del 2003 y que destruyó prácticamente un 60% de las motocicletas exhibidas y más de un 75% de los edificios que albergan la colección. Una ardió y las otras, por proximidad, tomaron fuego.Tuve oportunidad de ver algunas de ellas luego del incendio. Daba pena ver cigüeñales al aire libre, ya que las maquinas de carrera entre los años 30 al 50 tenían gran porcentaje de piezas de electrón y/o magnesio, metales estos combustibles…. Solo 16 meses después, el Museo volvía a abrir sus puertas y mostraba orgulloso sus ganas de seguir viviendo. Lo de PERFECTO ESTADO DE FUNCIONAMIENTO lo recalco en mayúsculas, por que todos los días se ponen en marcha alguna de ellas, para deleite de los concurrentes… En una oportunidad tuve el placer de escuchar rugir, por que otro término no cabe, una AJS 7R, 350cc de 1956. Lo que se exhibe no son simplemente maquetas. Todas tienen aceite en sus entrañas. Luego del incendio se restringió un poco, solo un poco, la cantidad de maquinas que arrancan a diario.
Colección Sammy Miller
|
También se encuentra en Inglaterra y lo mantiene abierto al público. Se encuentra a sur de la Gran Bretaña, en New Milton, condado de Hampshire.
Sammy Miller, es un irlandés que nació en 1933 y comenzó a correr carreras de motos de trial, una modalidad muy diferente a las de velocidad a la temprana edad de 16 años, ganando una cantidad extraordinaria de títulos, tanto en el Reino Unido como en Europa continental. El trial es ese tipo de pruebas donde las máquinas suben piedras, bloques o tubos de cemento, troncos o lo que sea, en equilibrio, sin apoyar los pies en el piso (Argentina cuenta con su fecha propia del campeonato mundial que auspicia la firma Repsol-YPF).
Simultáneamente formó una compañía para comercializar motocicletas exhibiendo algunas de sus primeras máquinas de carrera… Con el tiempo dicha colección fue creciendo y en 1964 abrió sus puertas al público el Museo que hoy alberga más de 400 motocicletas de todo tipo, nacionalidad y gusto.
Podemos encontrar modelos únicos como son las Norton Low-Boy, una Gilera Quattro (se estima que se fabricaron menos de 24 y 3 de ellas vivieron en Argentina); Moto Guzzi Dondolino; AJS con compresor, ya sea en su modelo Supercharged o en su modelo Porcupine y que en 1939 exterminó la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) al prohibir el uso de compresores en máquinas de carrera; una Linto 500, obra del Ing. Lino Tonti, de allí su nombre, que no es otra cosa que dos motores Aermacchi 250 "siamesados"; o una Honda CR-110, monocilindrica de 110cc, doble arbol de levas a la cabeza que giraba a 14.000 rpm.
También allí se encuentra recreado un viejo taller de motos, con una Triumph 1908 esperando ser reparada, o una colección de globos de surtidores de combustible como nunca vi.
Estos dos museos son de propietarios particulares, que se han asociado a lo que ellos llaman Motorcycle Trust Heritage, una entidad protectora estatal para que evitar que nadie, en el futuro, ya sea heredero o no, pueda desmantelar las colecciones. Sus fundadores forman parte de las juntas directivas de ambos museos.
Más allá de estos dos museos, podemos visitar el castillo de Lord Montagu, en Beaulieu, al sur de Inglaterra, que posee una interesante colección de vehículos de dos, tres y cuatro ruedas, o el Nacional Motor Museum en Coventry, que también deleitará nuestros ojos.
Con el tiempo uno se va poniendo criticón y nota cómo, en Argentina, podemos contar con los dedos de una mano las colecciones públicas abiertas al público: Museo Juan Manuel Fangio, Museo del Automóvil de nuestro amigo Luís Spadafora, Museo del Automóvil Club Argentino, o el sempiterno Museo del Transporte de Lujan. Más allá de estos, las colecciones privadas en Argentina se hallan puertas adentro y bajo 7 candados.
Por: Ariel Giacone