En la plaza, la nutrida concurrencia le dio la bienvenida a nuestros 34 autos y sus 74 tripulantes. Pronto los celulares de los anfitriones se quedaron sin memoria, fotografiando nuestros autos. A lo largo del desfile por la ciudad los habitantes nos demostraron su cariño.

De la alegría pasamos al recogimiento al entrar a la quinta "Museo 17 de Octubre", que fuera propiedad del ex Presidente Juan Domingo Perón. Los que pasamos de los 60 años, tenemos grabado en la retina y en la memoria los acontecimientos de esa parte de nuestra historia, tan conflictiva. Al ver las tapas de los diarios de aquella época, vivida con gran tensión,me pregunto por qué la codicia y la ambición humana son tan grandes, si simplemente con educación, trabajo, honradez y fundamentalmente con libertad, la calidad de vida contemporánea de los argentinos podría haber sido una de las mejores del mundo.

Al retirarnos de la quinta vimos una liebre que contemplaba atónita el paso de nuestras reliquias, hasta que un perro la hizo emprender raudamente su carrera por la vida, perdiéndose el espectáculo. Nuestro espectáculo también terminó y reflexioné: "Ahora… a seguir nuevamente nuestra carrera por la vida. Tarea cotidiana que no es otra cosa que la vida misma".