Autoclásica 2010

Autoclásica 2010

Para paladar negro

Autoclásica 2010

Best of Show - Renault ex Presidente Julio A. Roca
Best of Show - Renault ex Presidente Julio A. Roca
Alfa 308 ex Oscar Gálvez. Emocionante
Alfa 308 ex Oscar Gálvez. Emocionante
Autoclásica 2010
Aerodinamia. Stand de interpretacion
Aerodinamia. Stand de interpretacion
Carlitos Gömez
Carlitos Gömez

Caminar por el boulevard del Hipódromo de San Isidro durante los cuatro días que dura la expo de autos clásicos más prestigiosa de Sudamérica tiene un encanto muy particular. ¿Cómo puede ser –nos preguntamos- que en la Argentina de los mil vaivenes económicos que nos toca vivir, tengamos la fortuna de disfrutar semejante muestra de patrimonio histórico? Inmediatamente decidimos que será mejor, durante ese fin de semana, no indagar demasiado los motivos y disfrutar lo que se nos ofrece en bandeja de plata. A pesar de semejante demostración, se escuchó no en pocas oportunidades, la quejosa frase "y…pero este año no trajeron tal Ferrari o cual Maserati…" Mal acostumbrados, tal vez. El año pasado nos hicieron probar lo más sustancioso, y esta vez quisimos que la apuesta fuera doblada. Pero lo que vimos no fue para despreciar, ni mucho menos. Muchos autos, enorme cantidad de motos y un autojumble que no para de crecer, como si le dieran anabólicos edición tras edición. Las estrellas, y esto es subjetivo como siempre, fueron un lote de Alfa Romeo encabezado por el 308 con el que Oscar Gálvez pasara a la historia en Palermo, acompañado por un TZ1 ex-Autodelta con un nivel de restauración soberbio, sin perder para nada el espíritu corsa que distingue este modelo de la marca del trébol, y otros no menos valiosos, como los RL, los 6C 1750 y un 2500 alucinante. Para esta ocasión, se vivió un festejo particular por los 100 años de Alfa Romeo a nivel mundial.

Mas… "cosas raras vederes, Sancho…", tal el caso de los Pegaso coupe y spyder, dos ejemplares tan valiosos como extraños para el común de la gente. O el Peugeot Darl'mat, prototipo construido enteramente en aluminio de líneas aerodinámicas. Este auto vive desde hace muchos años en Montevideo, y la gente de Peugeot Uruguay es celoso custodio de esta pieza única en el mundo. Tampoco faltaron los stands producidos con creatividad y estilo, como el que CAdeAA presentó para homenajear aquel automovilismo de las baquet de carretera, con un simulacro de largada muy celebrado por todo el que se acercaba al lugar. Y las gloriosas cupecitas de TC, que también tuvieron su espacio destacado, donde pudimos disfrutar autos de muy buen nivel de reconstrucción en muchos casos, como el Chevrolet ex – Manuel Mantinian, o un Ford 8 que completó la Buenos Aires-Caracas de 1948 y el regreso desde Lima ese mismo año, en manos de Guido Maineri. Cerca de ellas, el stand de la Fuerza Aérea Argentina y un espacio dedicado a los intentos aerodinámicos en automovilismo completaban un espacio destacable.

Como siempre, un párrafo aparte para el cada vez más numeroso grupo de fanáticos del verdadero auto de carrera y su predilecto: el monoposto. Los hubo nacionales y de los de afuera, fórmula 4, 1 y 2 nacional, fuerza libre Mecánica Nacional, F2 y F3 europea. Lotes de Brabham, Berta, Crespi, Requejo, Trueno Chevrolet, Crespo, Volpi, Cisitalia…Y la estrella indiscutida, el Alfa Romeo 308 ex -Oscar Gálvez, ya citado al comienzo. A propósito de este auto, tuve la dicha de vivir los denodados esfuerzos que se hicieron para poder ponerlo en marcha la tarde-noche del domingo, disfrutando cada segundo el ronroneo quejoso del motor que se negaba a arrancar. Testigos privilegiados, Héctor Díaz y Mario Malverti, tal vez dos de los hombres más cercanos al Oscar Gálvez de la última época. Una verdadera panzada de automovilismo histórico. Mención aparte para la frutilla del postre, el concurso de elegancia, donde fue "Best of Show" un Renault que perteneció al Presidente Julio A. Roca. Una reliquia. Que no estuvo sola en la premiación, si mencionamos un par de Bugatti T57 -coupe Gangloff una, Ventoux la otra- que le pueden quitar el sueño a más de un mortal. O los imponentes Delage que rivalizaron con los ejemplares de Molsheim en las preferencias del cada vez más entendido público. Y sin olvidar el espectacular Avions Voisin, poseedor de un diseño audaz y exquisito, tan particular como el del Auburn Speedster "cola de bote", un aparato importante de 8 generosos cilindros en línea…Y la siempre festejada presencia uruguaya, con un Saab 96 y un Nash Rambler en el podio de los ganadores.

Y dejo para el final un gratísimo momento que me tocó vivir el viernes, mientras volvía del estacionamiento hacia la muestra. Escuché una voz inconfundible que me nombraba, y mi emoción fue muy grande cuando confirmé que se trataba del querido Mac, el mismísimo Mac de las imperdibles cartas que nos deleitan en cada edición de La Luneta. Recuperándose, con una voluntad de acero y el mismo sentido del humor que lo caracteriza desde siempre. Genio y figura, de los que ya no quedan… un momento precioso, de los que Autoclásica nos suele regalar.

Premiados. Izquierda: Avions Voisin. Derecha: Citröen C6 de nuestro Socio Hugo Anitori
Premiados. Izquierda: Avions Voisin. Derecha: Citröen C6 de nuestro Socio Hugo Anitori
Autoclásica 2010
Derecha: stand Spadafora
Derecha: stand Spadafora
Stand CAdeAA
Stand CAdeAA
Autojumble
Autojumble

Por: Texto y fotos: Miguel Tillous