Nos escriben nuestros Amigos

I'm writing to tell you I received both copies of La Luneta for Golden Quill award competition. It's a wonderful publication and after receiving the first issue, it was written up in Old Cars Weekly's "Club Clips." The recent issue also appears spectacular, and it makes me wish I knew the language. However, I enjoyed reading about the Argentinian Duesenberg on the Auburn Cord Duesenberg Club website, so I hope the information in the publication is the same and I haven't missed anything. Thanks for sending the publication for the future competition and look for your club to be mentioned in the April issue.

(Hola Orlando: He recibido ambas copias de La Luneta para intervenir en la competencia por el premio GOLDEN QUILL. Es una maravillosa publicación y, luego de recibir la primera revista lo expresamos en la sección "Clubs Clips" de Old Cars Weekly. El reciente número también nos parece espectacular y me hace desear conocer el idioma español. De todos modos, disfruté leyendo sobre el Duesenberg argentino en el sitio del Club Auburn Cord Duesenberg. Espero que se trate de la misma información y no me haya perdido nada. Gracias por enviarnos la publicación y esté atento para le mención de su Club en nuestro número de Abril próximo).

Con solo leer el índice la revista entusiasma por demás. El nivel de superación es increíble y esto no es alabanza gratuita, realmente lo siento así. Mis más sinceras felicitaciones a toda la gente de La Luneta.

Los artículos de "Mercedes vs Duesenberg" y "Un Duesenberg criollo" no tienen desperdicio. Realmente es un lujo poder leer artículos de este nivel histórico. Ni que hablar de las acotaciones de Mac. Gracias.

Felicitaciones por la revista. Como siempre, muy buena calidad de contenido e ilustraciones.

La Luneta última no solo es linda, sino que contiene varias notas de primera. Absolutamente de colección (como los autos) Felicitaciones

Quisiera agradecer profundamente a todos y a cada uno (sin exclusión) de los Socios que estuvieron a mi lado, ya sea comunicándose o personalmente, ayudándome a superar el tan amargo trance que me provocó una enfermedad. Esa amistad fue la mágica vitamina que me permitió estar en carrera antes de lo previsto, sin dudas. Un enorme abrazo y un ¡Viva! para CAdeAA y su gente.

Terminó Autoclasica 2010, en su décima edición, y luego de levantar mis bártulos, volví para casa masticando un sabor raro. ¿Seré yo o es así? me pregunté. Recordando la primera Autoclásica, la del 2000, concluyo que no soy yo. La rara sensación se fue aclarando.

Y es que ya no siento esta muestra como una fiesta a la cual podía ir, mirar y admirar autos económicamente alcanzables y con los cuales, quizás, hasta se podía ganar algún premio. Hoy la veo como una exhibición sobre quien trae el auto más caro, más raro o más brillante.

Soy un Socio de CAdeAA relativamente nuevo, apenas llevo 5 años, pero me asusta ver que tanto esfuerzo puesto por su Comisión Directiva y por sus Socios, no se vea recompensado/reconocido/premiado debidamente, afectando el entusiasmo y calidad puesto en restauraciones y presentaciones. También es destacable la tarea de no Socios, tal el caso de la Sra. Alicia de Pugliesi, quien estuvo los 4 días clavada como estaca en la entrada de nuestro stand atendiendo el Merchandising y colaborando en lo que fuera.

Y no digo que los premios estén bien o mal entregados. Lo que me pregunto es ¿Cómo pueden competir contra autos de millones de dólares nuestros vehículos, los que, salvo raras excepciones, pocos superan (y los cuento con los dedos de una mano) los U$S 350.000? Aunque, bien sabido es, para cada uno de nosotros, nuestros autos son invalorables y no hay cifra alguna que pueda pagarlos.

El Bentley 1927 Speed carrozado por Vanden Plas era único, obtenido tras años de seguimiento y luego más años de arduo trabajo de restauración por nuestro ex Presidente Rogès. Hoy hay otro igual aquí.

Bugattis había pocas, hoy bastantes más, sin incluir las maquinas excelentes que se fabrican en Paraná. Pegasos, se fabricaron solo unas 800 unidades aproximadamente y acá ¡aparecen dos juntas! Ferraris… ni que hablar. Y así la lista es interminable e incluye los Mercedes 300 SL y otras raras avis. Para los ojos, bienvenidos sean, pero…

No es culpa de nadie, sino de los tiempos en que nos toca vivir, donde debemos aprender que debemos seguir yendo a Autoclásica como todos los años, aunque ya sin la meta de ganar o no ganar algo, sino por la simple ambición de mostrar entre nuestros "iguales" nuestros queridos autos. Aprovecho a agradecer el trato que me dan mis Consocios y algunos Socios de otros Clubes también.