Este rally lleva el nombre de quien fuera el presidente de la Asociación de Automóviles Clásicos de San Francisco desde su fundación. Varias veces se dijo, durante el evento, que a pesar de no estar presente físicamente, nos acompañó en todo momento. Nos parecía verlo entre los participantes charlando, admirando los autos y contando anécdotas. Su esposa Perla estuvo con nosotros con un temple admirable y una profunda paz interior que se irradiaba en su particular sonrisa.

Asistieron aproximadamente 100 autos de las principales marcas que circularon por las rutas de nuestro país, en excelente estado de conservación. Luego de la regularidad, que realizamos con nuestro Mercedes Benz 220 SE Coupé 1965, llegamos a la localidad de Morteros. Una ambulancia nos paseó por el pueblo, cuya gente nos esperaba ansiosa en las calles, hasta llegar a la Sociedad Rural, donde continuamos con el Rally gastronómico. Buenísimo!!!

Al día siguiente, los pilotos pudieron demostrar sus habilidades en la gymkhana. Durante el almuerzo con entrega de premios, fue el hijo de Olderico quien, en nombre de su madre y en el suyo propio agradeció tanta convocatoria. Pudo corroborar el entrañable cariño que había sabido prodigar su padre a los que lo conocimos por ser como él era, amable, sencillo, inteligente pero, por sobre todo, buena persona y excelente amigo.

Gracias amigos de San Francisco por habernos hecho partícipes de un rally memorable y lleno de emociones.