Chevrolet en la Argentina
Chevrolet en la Argentina
Una historia discontinua
el barrio de San Telmo |
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San Martín, prov. de Buenos Aires. |
25 de Enero 1960. |
General Motors (GM), más conocida en Argentina por su marca insignia Chevrolet, ha tenido y tiene una participación vital en la historia del país.
En 1922 los importadores Hampton y Watson acordaron con GM Co. comenzar a armar en el país, con algunos componentes argentinos, los autos que hasta ese momento llegaban encajonados y completos desde New York.
Los directivos de Ellis Hampton Watson se vinieron desde Rosario en 1923 y alquilaron una barraca de lanas de ¼ ha en Garay y Huergo.
Pero GM (USA) viendo el enorme potencial de la empresa, organizó en Buenos Aires la GM Export Co. cuya primera tarea fue comprarle el contrato a Ellis Watson para comenzar a armar, en Noviembre de 1924, los autos del moño en la antigua barraca, saliendo de la línea, en abril de 1925 el "Primer Chevrolet armado en la Argentina", un phaeton equipado con ruedas de disco, cubiertas "balloon" y capota marfil. Se lo denominó "Especial Argentino" y se vendía a $ 2.085.-
Una gira promocional por los casi inexistentes caminos del país, redundó en una lluvia de más de 2.000 pedidos de ese Primer Chevrolet Argentino.
En 1927 se presentaron al mercado local el Oldsmobile Phaeton. Más tarde llegarían los Oakland y Pontiac.
La barraca quedaba chica y en 1927, se compraron 3 ha junto al Riachuelo, en la calle Rio Limay, para construir una moderna planta propia. Las nuevas líneas construidas introdujeron los Marquette, La Salle, Buick, Opel y Vauxhall. También camiones Bedford, Opel, GM C y Chevrolet. Para 1930 GM abastecía el 40% de la producción de automóviles armados en el país
Anecdóticamente, en 1928 aparece el primer colectivo, un Chevrolet Doble Phaeton modelo 1928 que recorría Rivadavia, Primera Junta hasta Floresta.
Para la gente, por ese entonces, la planta era simplemente "La Chevrolet", comenzando un romance definitivo con los argentinos.
La crisis de la bolsa a fines de los '20 demoró la recuperación económica hasta 1934.
En 1939 se compraron 19 ha en San Martín. Para la gente, el lugar era tan lejano que muchos opinaban que los responsables estaban completamente locos. Razón les cabía, puesto que dentro de la fábrica misma se sembraban papas, que se cosechaban para regalarlas en bolsitas a los empleados.
Para 1940, GM producía heladeras Frigidaire y también baterías y elásticos para automóviles y camiones de todas las marcas. Nuevamente la prosperidad se vio violentamente interrumpida, esta vez por la Segunda Guerra Mundial, deteniéndose la recepción de partes provenientes de USA por lo que a fines de 1942 salió de Barracas el último Chevrolet abriéndose un paréntesis hasta el fin de la guerra. Sin compresores para las Frigidaire la empresa comenzó a construir heladeras portátiles a hielo marca Heladaire, armarios de acero para oficinas y fabricas, artefactos de luz, sillones para jardín, pupitres para escuelas, baldes para incendio, puertas y ventanas para barrios del Banco Hipotecario Nacional y mesas de billar.
Al terminar la guerra se reestableció el armado de ómnibus y autos. La empresa amplió la planta de San Martín en 20.000 metros cuadrados y la de Barracas.
En 1959 la gran empresa nacional se dedicaría a la fabricación integral de automóviles, camiones y pick up.
El primer auto de GM construido en el país se hizo copiando el Chevy II presentado en Estados Unidos pocos meses antes. Fue un Chevrolet 400. Simultáneamente salía el primer motor Bedford Diesel fabricado en la nueva planta de motores.
En 1969 apareció el Chevy argentino y ganó el premio al Coche del Año en 1970. En 1972 salió la cupe y apareció la caja automática.
El resto de la historia es conocida y pertenece ya a la modernidad. Sólo esperamos que General Motors, la automotriz más grande del mundo, la que en cien años de historia fabricó más de 450 millones de automóviles albergando bajo su paraguas a algunas de las más reconocidas marcas del mundo, sepa regenerarse a sí misma readaptándose, para poder atravesar la más feroz de las crisis globales. La pasión de los fanáticos de la marca se lo reclama.
Por: Fuente: Enrique Sánchez Ortega
Corsa 471- 06/75
Jorge Augé Baqué