Mi amigo Jacques Pilla me había invitado a acompañarlo en su Clement Talbot de 1911 al "Rallye des Sans Culasse "(Rally de los sin culata o, mejor, sin tapa de cilindros) en Pauillac, capital del Medoc, donde se encuentran los mejores viñedos de Bordeaux. El Rally tuvo lugar los 27-28-29 de Mayo 2011 y participaban solamente autos anteriores a 1914.

Allá, con todos estos especialistas de estas máquinas maravillosas, aprendí mucho sobre lo que fue el automóvil en mi país, y me sorprendió saber que fue en Francia donde empezó todo. Hasta 1907 se construyeron más autos en Francia que en el resto del mundo y, hasta 1925, había más fabricantes de autos (algo así como 1200) en este país que en todos los demás. Grande fue mi sorpresa y decidí contarles un poco esta historia a los ignorantes como yo. Que los que ya lo sabían me perdonen.

En Febrero de 1884 Delamare Debouteville depositó la patente de un vehículo de cuatro ruedas equipado de un motor a explosión... En Alemania, en 1885, Gottlieb Daimler solicita patente para un dos ruedas a motor y en 1886, Karl Benz para un su famoso triciclo. Pero no hubo producción de serie para ser vendida.
En 1890, René Panhard y Emile Levassor fabricaron un vehículo liviano con motor bicilíndrico bajo licencia de Daimler. Al mismo tiempo los hermanos Peugeot construyeron también autos con motores bajo licencias de Daimler.
En 1892 Peugeot había vendido 18 autos, Panhard y Levassor 19.
En 1894 salen los primeros autos de Louis et Marcel Renault de un taller en Billancourt.
En Junio de 1895, la carrera Paris-Bordeaux-Paris, de 1.200 kilómetros, inscribió 19 vehículos: 12 a nafta, 6 a vapor, 1 eléctrico. ¿Cuál era el futuro entonces?

Emile Levassor corrió la distancia en 48 hs 47 m, sin parar para dormir, a un promedio de 24 kph. Participaban Charles Jeantaud con su auto eléctrico, El conde De Dion, Emile Levassor, y…..Eduard y André Michelin con un auto raro pero con neumáticos y cámara de aire. Llegaron 3 horas después del cierre del control. ¡Habían pinchado y arreglado los neumáticos 16 veces!< Esta carrera fantástica marcaría el camino para todo el siglo XX: El motor a combustión interna y el neumático se habían impuesto, mientras Jeantaud con su vehículo eléctrico ya miraba al siglo 21. Mientras tanto, no pudo progresar mucho el auto en Gran Bretaña, por el asunto del "Red Flag" y el límite de 22 kph 1903. En el continente, en cambio, se superaban los records de velocidad: En 1899, el primer auto que superó los 100 kph fue el eléctrico "Jamais Contente". En 1902, un vehículo a vapor logró los 120 kph, batido al poco tiempo por un Mors a más de 136 kph. En 1904, un Darracq obtenía el record mundial con 168 kph. En 1903, Francia contaba 12.000 autos y en 1905, casi el doble: 23 000. Mas ya en Europa, se le va peleando la supremacía a Francia por Alemania (Benz), Italia (Fiat) y Gran Bretaña (Sunbeam). Después vino Henry Ford con la fabricación en serie y la gran aventura técnica y romántica se transformó en eficiencia y dinero. Sin embargo la historia del automóvil no se puede separar del progreso mecánico, ni del factor humano, con todos estos personajes apasionados por sus maquinas, demostrando persistencia, coraje, sangre fría, vivacidad de espíritu, resistencia física… Así fue el principio de la historia del automóvil en mi país, Francia.

En cuanto a este Rally, fue un real placer poder manejar este Clement Talbot de 1911 de mi amigo, aunque me costaba pasar los cambios (tiene caja de cuatro velocidades) y me dolió bastante la mano derecha el segundo día. Pero ¡qué lindo andar y sonido tiene este motor de 12 HP corriendo a 45 kph! Ir al lado de nombres tan famosos y misteriosos como los Delage, Cottin Desgouttes, Renault, Le Zèbre, De Dion Bouton, Peugeot, Clement Bayard, Sunbeam, Hudson, Hotchkiss, Darracq, Delahaye, Lorraine Dietrich, Sigma, Maxwell, Rochet Schneider, Brasier, fue simplemente fantástico. Y de los 43 que arrancaron, sólo 5 no terminaron los 310 km que anduvimos en esos tres días. Yo diría que el auto más espectacular ha sido un Lacroix (la Nef) construido en Agen en 1901, con chasís de madera, motor monocilindro y transmisión por correa, con ese tipo de volante que en Francia llamamos cola de vaca. Todo eso mantenido y manejado por un señor de 78 años que tomaba su botella de vino en la cena mientras me llenaba la cabeza con mil historias… Llegaba media hora tarde en cada etapa, pero terminó el recorrido entero sin ninguna falla.

Cruzando por los viñedos más famosos de Bordeaux, por supuesto hemos visitado varias bodegas, pero la más extraordinaria fue la de Château Lafite Rothschild. El viñedo principal es de 80 hectáreas y si quieren comprar un litro recién embotellado después de 18 meses en barricas, preparen un pequeño cheque de 1650 Euros...... Probamos un vaso de este néctar y la verdad es que no sé si vale ese precio, pero es una delicia. Así fueron estos tres días pasados con todos estos ancianos: una maravilla.