El grupito del fondo
El grupito del fondo
Querido sobrino
|
de M. del Plata. |
Berasategui en el Gardner |
Froilan y Fangio luego del viaje a NY. |
Sigo con los relatos de la historia pre-CAdeAA.
Ubiquémonos: Rally Mar del Plata 1975 o 76. Yo como espectador con Torino TS cupé. Ricardo Berasategui con su Ford ‘40, Tudor. Volviendo de Miramar a Mar del Plata, por el camino costero, yo iba adelante y Ricardo atrás chumbeándome. El Ford ‘40 tenía el motor "tocado" y caminaba en serio. Así pasamos de 100 a 120 kph, y después a 140 para terminar en 150/160 kph; el Ford ya empezando a transpirar un poquito. Así pasamos por la Caminera de Colonia Chapadmalal. Un policia muy indignado nos dirigió un furioso pitazo y, con dificultad, frenamos unos 100 metros más adelante, teniendo que volver marcha-atrás para recibir una merecida arenga de un muy molesto guardián de orden, quien nos invitó a pasar y charlar con el Comisario.
Ahí Berasategui se hizo cargo: "Dejame a mi -me dijo- y dame tu licencia que yo lo arreglo", y se fue solito a ver el Jefe. A los 20 minutos salió, me dio mi licencia y diciéndome "Dale, rajémonos de aquí, esta todo bien"…
Paramos en Playa Chapadmalal para tomar un refrigerio y me allí relató lo que había sucedido con el Comisario. Ricardo empezó con la muchas veces usada frase "Ud. no sabe quien soy yo…" para continuar con "Yo soy Berasategui, el que hace las fundas de las armas de los capos de la Bonaerense. Veo que tenés un Ballester .45 en una funda bastante desprolija, te puedo hacer una igual al del mandamás de la fuerza y personalizar a tu gusto". Al final negociaron cuatro fundas personalizadas para todo el personal del destacamento a ser enviadas cuando volviera a la Capital.
¡Y quedaron a los abrazos y los besos! Ricardo cumplió, recibiendo un agradecimiento por escrito en papel membretado del Destacamento Caminero de Chapadmalal ¡firmado y sellado por el Jefe!
Este fue el Rally de Mar del Plata en que Rodolfo Iriarte estreno su Mercedes SSK (ex Fanto) que tenía colocado el motor KL (ex Zatuszec) con el compresor "elephant" que cuando se activaba desarrollaba 300 caballos DIN. Una bestia en todo sentido; pobre Pichón Rocha, cambió tres coronas y piniones de diferencial (de camion Bedford) en el Rally de 4 días, incluyendo la ida y la vuelta por la Ruta 2. Uno murió en el viaje de ida, otro entre la gymkhana y la picada de 1 Km en la ruta a Miramar y la tercera entre la carrerita en el circuito "El Angel" de tierra (ahora difunto) y el viaje de regreso. Al aplicar el compresor, apretando a fondo el acelerador, el motor duplicaba su potencia inmediatamente y no había diferencial que aguantara el sacudón. Yo ví el ultimo que cambio al regresar a B. Aires y los dientes de la corona no estaban rotas, sino ¡peinadas! Esto producía un zumbido que se escuchaba en hasta en Chascomus… Finalmente los Hnos. Saenz fabricaron un par de engranajes según planos de MB que solucionaron el problema. Hay una foto de Pichón ejercitando esta bestia en "El Angel" en el libro "Viven Aquí" por Santiago Sánchez Ortega.
También debutó en esta salida un auto más mundano, pero que pasó a ser la mas famosa baquet de la era moderna en Argentina: el Gardner de Michael Dellepiane, que nunca falto a ninguna salida, tripulado casi siempre por Michael y Ricardo Berasategui.
Después de las Mil Millas visitaron La Quiaca y en otra oportunidad Bariloche y aledaños. Luego participaron en la carrera Buenos Aires – New York donde Michael se dio el lujo de hacer pipí en la 5ta. Avenida porque absolutamente ningún Newyorkino había mostrado interés alguno en la presencia de dos mugrientos hombres que habían completado un viaje de unas 6.000 millas en un auto de carrera del '28.
La conversación según Ricardo fue algo así: .
Ricardo: "¡¡No lo puedo creer, estamos en el centro de New York !!" .
Michael: "Ya se, pero… ¿donde está la gente aplaudiendo?" .
R: "Son Newyorkquinos, ya han visto y hecho todo y nada los sorprende, encima es la hora de la salida del trabajo y todos están corriendo a los subtes y trenes".
M: Después de meditar y digerir esto, responde "Bueno, yo me estoy haciendo pis, a ver que pasa si lo hago en la calle".
Dicho lo cual, se arrimó al cordón, estacionó el vetusto Gardner, se bajó y se alivió en plena 5th Ave., frente a millones de peatones, autos, taxis, buses, motos y bicicletas pasando a unos metros. ¡Y NADIE VIO ALGO RARO!
Y así sucedió que Michael se quedó con las ganas de causar alguna reacción ante un tipo orinando en pleno NY. Ni siquiera fue confundido con un familiar de los "Beverley Ricos". ¡Nadie se sorprende en N.Y.!
La "Vuelta al Mundo en Menos de 80 Días" fue la ultima gran aventura de este gran auto y gran personaje, pero esa vez sin Berasategui quien, aunque bohemio, era menos bohemio que Michael. Vio venir el final de la aventura y dijo "esto no es para mi". Pero el viaje se realizó y el Gardner estuvo presente.
Ahora te contaré sobrino, porque lo merece, cómo nació el Gardner: Michael tenía una obra recién terminada y el dueño no podía pagar la última cuota, pero tenía esta baquet sin motor en el fondo. Transaron deuda por baquet y así cayó en manos de Pichón, a dos meses del Rally de Mar del Plata. Pichón tenía un motor Continental 8 cilindros de chatarrería, sin accesorios, sin revisar, y sin identidad. Nicolás Dellepiane, padre de Michael, tenía un emblema Gardner. Se puso todo en la licuadora y los fierros se bautizaron de acuerdo al aporte de Don Nicolás (fundador del CAS y el CAC). Un frío día de julio/agosto del '75 fuimos Rocha, Michael y yo hasta Warnes, donde compramos una caja Fiat 520 de 4ª sin tapa; una tapa con palanca que iba, pero de 3ra; 8 carburadores Winfield de moto; un burro de arranque que era pariente lejano del volante del motor 8 que tenía Rocha y una dínamo de Estanciera. También dos o tres cardanes que podían ir y algunos instrumentos de época. Acuérdense que estábamos en los años '70 y poco, hace casi 40 años, donde Warnes todavía tenia cajas Fiat, carburadores Winfield y otras cosas que hoy volverían loco a Pancho Scarlato…
Así que en una tarde y con la billetera de Michael, se completó el fierrerío del monstruo; más el laburo de Pichón y el pintor, quien transformó el Gardner, que estaba pintado de verde musgo y oxido a… …¡blanco tiza! Sorprendentemente el motor se armó sin abrir y funcionó sin problemas por varios años hasta que fundió una biela en un Rally de la Revista Corsa a La Cumbre, haciendo la mayoría del viaje en 7 cilindros, luego que Ricardo sacara la biela y pistón dañado y colocando una chapa con una abrazadera en el muñón para no perder presión de aceite. ¡Así nació esa estrella!
Volviendo al Rally M. del P., Lucho Clucellas también estuvo de estreno con su Delahaye 135 MS (réplica) obra de Hugo Galicio y Pichón Rocha. Imposible de distinguir de un MS de verdad, aunque parado al lado del MS de Rodolfo Iriarte, que sí era el auto ganador de Le Mans en el '37, fue la mejor replica que he visto y algún día va a producir grandes dolores de cabeza en concursos de originalidad. El problema es que después del cierre de la fabrica Delahaye/Delage a principios de los cincuenta, el edificio con todos sus registros se destruyeron en un incendio, y el motor Delage; el Delahaye auto y el Delahaye camión eran prácticamente identicos: Delage 3000 cc, Delahaye 3.500 cc, Delahaye Camión 3.500 cc con tapa mas ancha y robusta. Numeración Delage 5 dígitos eje: 51.313 (el mío) Delahaye seis digitos eje: 351.313. Pero podría ser un auto familiar, un MS Le Mans o un Camión, todos vivieron acá y, además, la Municipalidad de Montevideo ¡tuvo una flota de camiones Delahaye….!
Lucho, ganó su clase con el descripto Delahaye y la mesa del "Grupito del Fondo" festejo con champagne. A veces los chicos malos salen buenos cuando maduran un poco. Pero en esa época éramos bastante insufribles, además de tener la prensa a favor (léase Enrique Sánchez Ortega y Germán Sopeña de Corsa…)
Bueno Sobrino, hay otros cuentos como el de Jorge Malbrán que compró un Rolls Royce por el precio de las cubiertas; o cómo Luly Hilding Ohlsen recibió un Hispano Suiza H6 a cambio de algunos 2.000 metros de cable telefónico; o mi amigo John Lodwig quien compró una Bugatti Tipo 40 en un reventa en Quilmes ahí por los ‘70, en perfecto funcionamiento (¡¿cómo se la perdieron Baglietto y Ariosto?!). Después está el Hispano en Victorica, La Pampa; el Cunningham en Tandil; el Tracta en Urribelarrea; el Stutz 7 asientos en el desarmadero "Detroit" de Venado Tuerto o finalmente el SSK mencionado al principio en el viaducto debajo de las vías, en la Avda. Bullrich.
Eso daría para un libro… Cariños.
Tu Tío Mac
Por: Roberto Macnie